Los Clippers aplanaron a los Rockets 128-95
Los Angeles Clippers se sobrepusieron a las tretas de Kevin McHale y convirtieron el cuarto encuentro de las semifinales del Oeste (3-1) en una demostración de paciencia y determinación que desarboló (128-95) a un rival perdido sin una versión digna de Dwight Howard.
«Nos han dado una paliza», admitió McHale en conferencia de prensa. «Tenemos que jugar mucho mejor. No estamos coordinados. De momento, sólo hemos jugado bien la mitad de un partido en esta serie», sostuvo.
DeAndre Jordan acabó con 26 puntos (14/34 en tiros libres) y 17 rebotes, mientras que Blake Griffin aportó 21 tantos y 8 rebotes.
En los Rockets decepcionaron Howard (7 puntos, 6 rebotes y expulsado en 19 minutos) y James Harden (5/12), flojo a pesar de sus 21 tantos, 8 rebotes y 6 asistencias. El argentino Pablo Prigioni contribuyó con 3 puntos, 2 rebotes y 1 asistencia en 20 minutos.
«Están siendo muy superiores y no encontramos la manera de jugar», dijo el argentino a Efe tras el encuentro. «Ahí está la diferencia. Ahora mismo no hay color entre un equipo y otro», añadió.
Lo que comenzó siendo una pesadilla para los Rockets con dos faltas y una técnica para Howard en menos de cuatro minutos, lo fue también para el público del Staples Center en cuanto McHale decidió apostar todo al «hack-a-Jordan» y enviar constantemente al pívot angelino a la línea de tiros libres.
El resultado: 7/14 desde la personal, cuatro faltas consecutivas de Clint Capela, una pequeña ventaja en el marcador (17-25) y haber logrado cortar el ritmo de los Clippers por completo aunque fuera de manera momentánea, ya que Spencer Hawes, Austin Rivers y Jordan Crawford aparecieron para dar la vuelta a la situación (38-37).
Howard cometió su tercera personal en el minuto 16 y los tejanos, que no levantaban cabeza desde la línea de 4,60 (3/13 al descanso), trataban de que su rival cayera en el mismo agujero persistiendo en las faltas a Jordan, esta vez con cuatro seguidas de Kostas Papanikolaou en 58 segundos.
Pero la fórmula no daba dividendos a Houston, ya que los californianos imponían su dominio en los escasos momentos de juego libres de artimañas (60-51); todo a pesar de que el muro de los Clippers se fue al descanso con una tarjeta de 10/28 desde la personal.
Esos 28 lanzamientos en una sola mitad suponían un nuevo récord en playoffs, dejando atrás los 27 intentados por Shaquille O’Neal en mayo de 2000.
Los locales, como respuesta, sacaron los tanques en la segunda mitad y rompieron el choque: obtuvieron 28 de ventaja (89-61), retrataron a su rival con sendos alley-oops de Paul para Jordan y cargaron con la quinta falta a Howard, un golpe del que ya no se pudieron recuperar los Rockets de un Harden desaparecido en los momentos importantes.
Con gritos de «¡Austin Rivers!» y 103-79 en el marcador se llegó al último cuarto. Howard fue expulsado por personales minuto y medio después, viéndose obligado a abandonar la cancha tras recibir una segunda técnica.
Los Clippers se colocaron con 34 de ventaja (115-81) a falta de 8:38 para el final y ambos técnicos decidieron entonces poner punto y final al envite sacando a todos sus reservas para los minutos de la basura, en los que empezó a sonar el tema «Another One Bites the Dust», de Queen.
Los angelinos tendrán el martes ocasión de clasificarse para las Finales de Conferencia por primera vez en la historia.
Ficha técnica:
128 – Los Angeles Clippers (30+30+43+25): Paul (15), Redick (18), Barnes (7), Griffin (21), Jordan (26) -cinco inicial-, Davis (-), Rivers (12), Hawes (8), Turkoglu (-), Jones (2), Crawford (13), Hudson (4) y Udoh (2).
95 – Houston Rockets (33+21+25+16): Terry (16), Harden (21), Ariza (18), Jones (10), Howard (7) -cinco inicial-, Brewer (4), Smith (1), Prigioni (3), Dorsey (1), Capela (2), Papanikolaou (2) y Johnson (10).
Árbitros: Crawford, Davis y Garretson. Eliminaron por personales a Howard.
Incidencias: Partido de semifinales del Oeste en las eliminatorias por el título de la NBA, disputado en el Staples Center, de Los Ángeles, ante 19.588 espectadores.
