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Lo de Bélgica no es casualidad

Pedro Felipe Hernández / @pedrobutters

El mundo ha quedado embelesado con la actuación mostrada por la selección de Bélgica, pero esto no debería ser catalogada como sorpresa, ya que su nivel de conjunto imponente va en ascenso desde la edición pasada del mundial Brasil 2014 y la Euro Francia 2016.

“Los demonios rojos” en lo que va de torneo disputado en Rusia 2018, han sido superiores que cualquier rival. Ganaron con goleadas a Túnez y Panamá, respectivamente. Sus jugadores se ven sueltos, sin presión y con gran habilidad de hacer daño en cualquier zona del juego. Ya sea que el capitán Eden Hazard domine el balón como le dé la gana, o que Kevin De Bruyne abra los espacios sin que alguien lo detenga. El 11 belga se ve fornido y poco probable de caer. Es uno de los favoritos para adjudicarse el ansiado trofeo, si siguen actuando como van.

Es bien sabido que los contrincantes que dominaron los belgas no son las selecciones más imponentes del certamen. Túnez y Panamá no son equipos gigantes en el papel como lo pueden ser Alemania, Brasil o Francia, pero este mundial, ha dejado claro que las “selecciones pequeñas” han sabido dar un gran golpe sin ser favoritos, como el caso de Irán quien complicó a España, México a los teutones o Suiza que mostró determinación ante los amazónicos y calidad al derrotar a Serbia. Quizás el compromiso más fuerte para dejar bien en claro si Bélgica es firme candidato a la copa, será el día que enfrente a su similar de Inglaterra y con eso dejar cualquier tipo de dudas.

En Brasil, los belgas avanzaron sin caer en la ronda de Grupos al ganar los tres compromisos ante Argelia (2-1), Rusia (1-0) y Corea del Sur (1-0). No fueron arrolladores, como lo han hecho en esta edición, pero la mayoría de sus jugadores actuales, fueron protagonistas de ese crecimiento que actualmente los tiene como principales contendientes a la corona. Pasaron a Octavos y en la prórroga se deshicieron de Estados Unidos, en un duelo peleado y con mucha garra, pero que sirvió para meterse en los cuartos de final, sin embargo, al no ser un combinado letal, en el que juego se desarrollaba, pero faltaba la finalización de mandarla a las redes que ahora si tienen, cayeron 1-0 a los argentinos.

Dos años más tarde, en la Eurocopa Francia 2016, la selección de Bélgica le tocó un duro grupo, en el que Italia era el líder, salieron adelante como segundos para avanzar a la siguiente ronda de la copa. Cayeron frente a los azurros, pero después se impusieron a Irlanda y Suecia, para dejar bien visto que están por encima de las selecciones chicas. Posteriormente los “demonios rojos” despacharon a Hungría en los octavos, pero en cuartos no pudieron ante un aguerrido conjunto de Gales que fue la gran sorpresa del espectáculo.

Ese aprendizaje conseguido por haber caído, hizo a los belgas más fuertes, tanto como para clasificarse invicta a la Copa del Mundo, llevada a cabo en suelo ruso, pero su nivel mostrado no es casualidad o revelación, es un proceso de crecimiento y formación que lleva más de seis años en el asador.

Es cierto que Bélgica, ha sido imponente, ha gustado y ha ganado, como le gusta al seguidor de este deporte, pero también hay que dejar en la mesa, que tienen puntos débiles y una de esas es que las jugadas a pelota parada les hicieron daño, caso como el tanto marcado por los tunecinos, que llegó por un balón filtrado desde un saque de falta y en el área chica fue rematada Dylan Bronn, que terminó en gol. Aunque es una sola anotación de esa manera, son pocas las veces que los belgas ganaron en el juego aéreo que fabricó el rival.

Fácilmente Bélgica, tiene las cartas para llegar lejos en el campeonato y si sus piezas siguen en sincronía serán imposibles de detener. La posesión del balón es netamente de los belgas en las dos actuaciones realizadas. Más de un 52% es la cantidad en la que dominan el esférico, además de un 84% de precisión en los pases ejecutados. En el ataque la cantidad de ocasiones fabricadas han sido más de 38 oportunidades en las que dispararon al arco rival (15 ante Panamá y 23 frente a Túnez). Su habilidad de mover la redonda es determinante y eso muestra la confianza que tienen al ser considerados como una aplanadora.

 

Figuras individuales que dan un resultado en conjunto

Jugar en equipo es lo que otorga triunfos más factibles para cualquier evento y eso ha llevado a Bélgica a ganar con la facilidad que lo ha hecho.

Hazard mueve el balón, se quita las marcas sin problemas, ya sea haciendo fintas o con velocidad, pero al desenvolverse con un ritmo inalcanzable, fue la muestra clara para ser el mejor del cotejo ante Túnez. El primer tanto lo hizo de penal, que, aunque para muchos creen que es medio gol conseguido desde los pasos, deben ser ejecutados de forma perfecta, para así convertirlo. El segundo si fue una joya, en la que se posicionó de manera correcta, esperó el balón, levantó hacia un lado del arquero, para dejarlo atrás y así rematar de manera inmaculada. Una brillantez que tiene su apellido en toda la obra.

Pero no sólo hace goles el extremo del Chelsea, ya que sus pases bien efectuados llegan a desestabilizar al rival y crear las opciones de irse adelante.

La creación llega por Hazard, pero la conversión es lograda por Romelu Lukaku, que en dos compromisos anotó doblete en cada uno. Sabe cuál es su labor en la cancha y es mantenerse como un cazador de goles en la parte alta de la formación. Las dos anotaciones ante Panamá, fueron por haber estado en el lugar preciso, ya que el primero llegó de cabeza tras un pase excelso por el aire de Kevin Bruyne, mientras el segundo evitó la posición adelantada y al sólo esperar el pase raso de Hazard la empujó por al lado del guardameta, sin darle chance de evitarlo.

Posteriormente en el siguiente encuentro volvió a esperar la asistencia de sus compañeros, en este caso Dries Mertens y Thomas Meunier, respectivamente, para resolver como nueve de área sin inconvenientes en las dos oportunidades. Pareció un Deja Vù, ya que fue muy parecido uno tras otro.

El artillero del Manchester United, mantiene su frialdad para resolver frente al arco y su efectividad es casi intacta, que, en cinco disparos ejecutados, cuatro han terminado en las redes.

Mertens abrió la cuenta goleadora de los belgas en la copa, sin él, no se hubiera empezado por algo y es que el extremo del Napoli, ha sido un jugador complicado de detener, en el que ataca por la banda derecha, consigue entregar el balón en el momento justo para que Lukaku resuelva y sin duda es una los principales artífices del ataque de los dirigidos por Roberto Martínez.

Cada jugador hace una obra en individual, pero que, al juntarse con otro, los objetivos han sido exitosos.

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