LBP con la obligación de enfrentarse al beisbol
La Liga Profesional de Baloncesto (LBP) tendrá por delante uno de los torneos más complicados de relizar esta temporada, tras recibir la orden de la Federación Internacional de Baloncesto (FIBA) de ajustar el plan de juego que venía desarrollando desde siempre para calcarlo al proceso de eliminatorias prácticamente utilizado en todo el mundo salvo en algunas ligas como la venezolana o la puertoriqueña, esto con el fin de irse adecuando al nuevo formato de clasificación a los mundiales de la disciplina.
Con este jaque, el baloncesto criollo se verá en la obligación de cambiar su modo de trabajo y ajustarlo a un calendario que siempre se ha querido evitar por los efectos negativos que puede acarrear: iniciar la temporada en octubre/noviembre, el mismo momento en que renace cada año el beisbol profesional.
Es dificil imaginar al baloncesto (o cualquier disciplina en general) que quiera hacerle frente al mismo tiempo a la pelota. No por nada es el pasatiempo nacional por excelencia, sin embargo, tendrán que ponerse a trabajar (y mucho) para poder hacer un formato «amigable» para el fanático, que si bien no es perezoso en irle a varios equipos de distintas ramas, si tuviera que elegir, escogería (casi) siempre por su equipo del diamante.
Las nuevas reglas impuestas por la FIBA a la liga criolla sin duda colocan en una posicion incómoda a los diez equipos que componen en el campeonato local, que desde ya se han mostrado pesimistas con el nuevo formato a ejecutar, particularme por algunos temas extradeportivos que podrían traer inconvenientes para los clubes.
“Primero está el tema del hospedaje. Casi ninguno de nuestros jugadores vive en Puerto La Cruz y los apartamentos que nosotros alquilamos para ellos los tendría Caribes de Anzoátegui en esas fechas. Por otro lado, nosotros vivimos del patrocinio y pactar con ellos en un tiempo tan corto sería muy complicado”, expresó a Líder el gerente de Marinos de Anzoátegui, Gianni Patino, al ser consultado sobre su visión del cambio.
Junto al tema del hospedaje (y el poco tiempo para contactar importados, negociar jugadores criollos y gimnasios en reparación), también se sumará uno mucho más complicado como las transmisiones de televisión, que si bien no dejarán de lado el baloncesto tampoco será el plato principal que le ofrecerá a la audiciencia mientras se este jugando pelota.
Por un bien mayor
Adaptarse nunca es fácil y más cuando hay que salirse de una buena constumbre, pero el cambio de formato del baloncesto venezolano se perfila como un buena alteración a futuro. Regirse con los calendarios internacionales podrá darle a la liga la fuerza que necesita para hacerlo cada día más competitivo y con espacios en los medios televisivos, además de poner a pensar más fondo sobre que disfrutar más a los fanáticos.
Si ahora se ve como un invonveniente tener jugar paralelamente junto al beisbol, es necesario preguntarse entonces ¿Como hacen los demás países como Argentina o Brasil, donde el fútbol es el deporte rey, para jugar en las mismas fechas que el balompié?. O en Estados Unidos, donde la NBA coincide con el pasatiempo nacional como es la NFL?.
Todos los cambios suelen comprometer en un principio a quienes lo realizan, pero en este tema hay que fijarse muy bien lo que acarraría si se llegará a faltar a las obligaciones que exige la FIBA, una que espera una respuesta no menos que óptima de los campeones de América.
De momento, los que sí podrían llevar la peor parte será la Liga Nacional de Baloncesto (LNB) la cual no tendría un calendario fijo tras el cambio drástico que vivira este año la LBP.