La violencia acaba con la vida de dos futbolistas en menos de una semana
La inseguridad en el país se expande con mayor fuerza a medida que se acerca el cierre del año, y el deporte no ha escapado de ello, específicamente el fútbol venezolano, que ha visto como el hampa le ha dado de baja indefinida a dos jóvenes promesas en menos de una semana: Ronaldo Pérez y Franklin Berenguel.
El primer golpe que recibió el futbol llegó el día domingo, cuando se informó la desaparición física de Pérez, quien se desempeñaba como delantero del equipo Aragua FC, pero que este año se encontraba jugando en las filas del Metropolitanos FC en calidad de cesión.
El delantero, de 21 años de edad, se encontraba en una reunión con algunos amigos en el urbanismo Surupuey en la Ciudad Jardín, en Maracay, el sábado en la noche para asistir a una fiesta, tras finalizar sus labores en cancha con el cuadro capitalino cuando, previo a una discusión con un hombre, le propinaron dos disparos en el pecho que acabaron con su vida.
El joven logró ser goleador de la serie nacional sub-20 en la temporada 2013-2014, por lo que su futuro pintaba para ser promisorio.
Con la herida fresca que dejó la partida de Ronaldo, la violencia le tocó la puerta a otro protagonista de las cancha, Franklin Berenguel, jugador sub 20 del cuadro de Tucanes, quien a diferencia de su colega de profesión, no se encontraba rumbeando ni algo por el estilo. Su único delito fue estar sentado con amigos al frente de su casa en el momento equivocado.
El joven defensor, de 19 años de edad, fue víctima de una ráfaga de disparos por parte de varios sujetos que pasaron en moto por el barrio Ruiz Pineda en Puerto Ayacucho (estado Amazonas), según informó el gerente del club amazónico José Garrido a Contrapunto.
El lamentable hecho le arrebató la oportunidad a Berenguel de disputar este fin de semana el último encuentro de Tucanes en el torneo Sub 20 de nuestro fútbol (Copa de Oro) frente al Aragua. Era el capitán del equipo.
Si se cuenta el desagradable encuentro que tuvieron los jugadores de Trujillanos FC en la carretera de Anzoátegui, donde fueron interceptados por varios delincuentes que secuestraron el autobús del conjunto criollo, desmantelándolo por completo de sus materiales, se puede decir que las últimas semanas han sido, sin duda, de las más tristes para el fútbol nacional.