La Vinotinto se pone en manos de Rodolfo Paladini
La selección nacional de fútbol se encuentra preparando en Margarita lo que será una vital doble fecha de las Eliminatorias al Mundial de Rusia 2018, cuando tenga que medirse al escollo de los 3.600 metros sobre el nivel del mar de La Paz para jugar ante Bolivia y luego enfrentar en Puerto Ordaz a uno de los líderes del premundial, Ecuador.
Para ello, la selección que dirige Noel «Chita» Sanvicente echará mano de una estrategia que en el pasado trajo efectos positivos como es la doble convocatoria, en la que destacará la figura del entrenador físico Roberto Paladini, encargado de darle el trabajo necesario al equipo para superar la ardua tarea que significa jugar en el Altiplano.
Conocedor del trabajo de Sanvicente cuando militaban en el Caracas FC, Paladini intentará repetir la misma faena realizada en el proceso anterior con Cesar Farías, quien utilizó un aleación entre jugadores del patio y los que juegan afuera, con el fin de preservar en buen estado físico al equipo “grande” que enfrentaría, para ese momento, a Uruguay en Ciudad Guayana.
Para ello, Paladini se apoyará en las novedosas cámaras hiperbáricas e hipobáricas con las que cuenta el Centro de Alto Rendimiento (CNAR), donde espera exprimir al máximo a los primeros convocados que dan vida en el torneo Adecuación y sacar lo mejor de ellos para la lista final.
La última labor de este tipo de Paladini resultó provechosa para la selección, que se mostró sólida ante Bolivia hace dos años y con un estado físico en cancha impecable. Un partido que rozó la perfección hasta el minuto 86, cuando una mala salida de Renny Vega destruyó la ilusiones que había dado minutos antes el gol de Arango de tomar los tres puntos por primera vez en tan díficil plaza.
El pacto amargo de la Vinotinto con los verdes terminó pesando aún más con la derrota ante los celestes en casa, un partido (en ese momento) vital en las aspiraciones de conseguir el peleado puesto de repechaje de la región, que al final terminó cayendo (otra vez) en el cuadro de Oscar Tabárez.
Ahora, la situación parece igual de peligrosa y trascendental para la selección. Terminar el año sin al menos cuatro puntos en la gaveta plasmaría una situación extremadamente delicada para Venezuela en sus aspiraciones mundialistas.
“Chita” ya expresó su mea culpa tras los dos fiascos ante Paraguay y Brasil, pero si vuelve a resbalar es probable que su crédito como ganador nato del torneo local no sea suficiente para continuar en el cargo que hasta día de hoy ostenta de forma tambaleante