La Escuela Nacional guía el golf criollo
La Escuela Nacional de Golf surgió en el año 2007 por una iniciativa de Julio Luis Torres, director ejecutivo de la Federación Venezolana de Golf (FVG) para la época, quien veía la necesidad de una organización que guiara los pasos de los equipos de la disciplina que representan al país en los distintos torneos continentales.
Del staff de trabajo fundador se mantienen Daniel Escalera como director técnico, Rodulfo Alvarado como preparador físico y Carlos Whaite quien pasó de coordinador a encargarse del aspecto psicológico de los golfistas. Hace un par de años se unió Víctor Fookes para coordinar las acciones, quien conoce el funcionamiento de la escuela ya que fue uno de los jugadores que participó en su fundación.
En los años recientes han recibido muchos reconocimientos gracias al éxito de los jóvenes atletas criollos en competencias internacionales, más notable el titulo mundial por equipos del año 2013 en Japón. Liderando a grupos formados por Jorge García, Gustavo León, Gustavo Morantes, Alejandro Perazzo, Juan Yumar, María Alejandra Merchán o Ariadna Fonseca entre otros, han logrado crear equipos competitivos que regularmente están entre los más destacados del continente, con títulos Sudamericanos Juveniles Masculinos en 2012, 2013 y en 2014, que intentarán revalidar en la próxima edición en Chile.
Escalera y Alvarado se han preparado con cursos en el exterior del Titleist Performance Institute, una de las entidades más reconocidas a nivel de capacitación de entrenadores de golf. El director técnico se encuentra en el nivel tres de enseñanza para profesionales de golf y ambos han realizado cursos sobre formación de golfistas Junior.
Próximos pasos
En el futuro la Escuela Nacional de Golf es un proceso de masificación del deporte, un proyecto que saben no será sencillo. Uno de los principales problemas que afrontan es conseguir locaciones para dar las clases. Actualmente buscan una locación que “no necesita ser un campo de golf” como dice Escalera, ya que en una extensión de grama ellos pueden cumplir con su trabajo.
La FVG los está ayudando a conseguir los materiales con los que esperan iniciar a niños de 4 a 12 años en el mundo del golf, aunque la falta de una sede fija les “corta la proyección” reconoce Fookes. Pero los problemas van más allá de una locación, ya que tampoco cuentan con los recursos necesarios. El plan de masificar pasa por tener representación de la organización en la mayor cantidad de regiones del país, de manera tal que el trabajo de los directores y alumnos no se pierda en viajes por el país, sino se pueda trabajar con cada persona en su región.
Este paso es “difícil dentro de la estructura federativa en la que estamos”, acota Alvarado, ya que la FVG no cuenta con asociaciones regionales o estadales, su trabajo es directamente con los clubes por lo que la organización es complicada. La aspiración es que la inclusión del golf como deporte olímpico lleve a la creación de federaciones estadales o regionales que exige el Comité Olímpico Venezolano y a partir de ahí se puedan organizar los módulos de trabajo en el interior del país que sirvan de “semillero de la Escuela Nacional de Golf”.
De esta forma el preparador físico espera que puedan cambiar la visión del golf desde la formación inicial del atleta para demostrar que es un deporte divertido que acompañará a sus practicantes durante gran parte de su vida.