La clausura superó a la inauguración en el Maracaná
Redoblan los tambores y en pantalla una tanda de bailarines desfilan en el imponente estadio Maracaná. «Brazuca» convertida en un globo danza por los aires para despedir el partido final que se llevará a cabo entre las selecciones de Alemania y Argentina.
Shakira, con un sexy vestido rojo dio inicio al espectáculo con un movimiento de caderas al ritmo de su «La La La», acompañada por el músico brasileño Carlinhos Brown, una vez más su talento fue condenado al olvido. A su voz y buen manejo de la percusión le dieron un par de minutos, pues la orden para el intérprete parecía dar brincos con un sombrero de indio apache, junto al resto.
Ritmos cariocas, una coreografía básica y poco vistosa dieron antesala a la presentación de Wyclef. Aunque hay que destacar que la clausura superó en tiempo y mejoras técnicas a la instasisfactoria inauguración. Junto al músico jamaiquino, Santana sorprendió con sus clásicos y magistrales solos de guitarra.
Vestido de traje -con su elegancia de costumbre-, apareció Alexander Pires. En compañía Ivete Sangalo, quien entró de la mano de Fuleko, los cantantes brasileños encendieron la fiesta al ritmo de la samba.
La ceremonia clausuró al sonido de Acuarela con Shakira y su hijo Milán en tarima para despedir la fiesta mundialista.