Keys gana a Vandeweghe y jugará la final femenina contra Stephens
La final femenina del Abierto de Estados Unidos ya tiene protagonistas con las tenistas locales, Madison Keys, decimoquinta cabeza de serie, y Sloane Stephens, que consiguieron sendas victorias en las semifinales.
Keys, de 22 años, hizo buenos los pronósticos, y venció por 6-1 y 6-2 a su compatriota Coco Vandeweghe, vigésima preclasificada, y consiguió por primera vez el pase a la final del Abierto de Estados Unidos de un torneo de Grand Slam.
Su rival en la lucha por el título será su compatriota, la también estadounidense Stephens, de 24 años, que en la primera semifinal, derrotó por 6-1, 0-6 y 7-5 a la veterana Venus Williams, novena cabeza de serie.
El duelo del próximo sábado entre ambas será el segundo que protagonicen como profesionales en el circuito de la WTA con ventaja de 1-0 para Stephens que ganó el único que han mantenido y que se dio en la primera ronda del Masters 1.000 de Miami del 2015 (6-4 y 6-2).
La última vez que hubo dos tenistas estadounidenses que disputaron la gran final femenina en Flushing Meadows fue en el 2002 cuando se enfrentaron las hermanas Serena y Venus Williams, con triunfo para la primera, quien este año no jugó al ser madre por primera vez.
También será la primera final de un torneo de Grand Slam desde 1990, cuando se enfrentaron Martina Navratilova y Zina Garrison en la de Wimbledon, que haya dos tenistas estadounidenses sin que esté una de las hermanas Williams.
Después que Stephens, en dos horas y siete minutos protagonizó un gran duelo contra Venus Williams, a la que ganó por segunda vez en los enfrentamientos que han tenido, el segundo partido de semifinal entre Keys y Vandeweghe fue una auténtico pase para la primera que sólo necesitó 66 minutos de acción con un tenis casi perfecto.
Keys como ya había demostrado en los partidos anteriores frente a Vandewghe dominó en todas las facetas del juego con un saque seguro, no lo perdió nunca, golpeó con dureza y seguridad desde el fondo de la pista y su resto fue dominante.
Con la victoria Keys, que actualmente ocupa el puesto número 16 en la clasificación mundial, se asegura subir al menos hasta el duodécimo y si consigue el título de Abierto podría alcanzar el noveno.
«He jugado un gran partido, en el que me han salido todas las cosas bien y eso me llena de motivación y confianza de cara a la gran final que será complicada», declaró Keys. «Llegar a la final ya es un sueño cumplido, pero ahora el objetivo no es otro que luchar al máximo por el título».
Keys superó a Vandeweghe con sus golpes ganadores, colocó nada menos que 25 por tan sólo nueve errores no forzados además de hacer cinco «aces» y una doble falta.
Todo lo contrario de Vandewghe, que jugó su noveno Abierto y en las primeras semifinales que disputó no hizo el mejor tenis al no poder nunca con el ritmo que le impuso Keys que este año la ha ganado en los tres enfrentamientos que han tenido, con ventaja por 3-0 para la nueva finalista.
Antes del partido de semifinal del Abierto que disputaron en la pista central Arthur Ashe, ambas jugadores se habían enfrentado este año en los torneos de Stanford y Cincinnati.
Keys ganó a 7-6 (4) y 6-4 en la final de Stanford y repitió triunfo por 6-4, 3-6 y 6-3 en la primera ronda del Premier 5 de Cincinnati.
«Tengo que reconocer que de los tres partidos disputados, este ha sido el que he conseguido ganarlo con mayor facilidad, dado que los dos anteriores pude perfectamente haberlos perdido», admitió Keys.
La joven tenista estadounidense está teniendo un gran año después de volver a la competición tras superar dos operaciones de la muñeca izquierda en el 2016.
Algo que Vandeweghe, de 25 años, a pesar de haber quedado eliminada reconoció que tiene todavía más valor todo lo que está consiguiendo la verdugo que le impidió vivir el sueño de jugador en sus primeras finales del Abierto de Estados Unidos y de un Grand Slam.
El que si vio cumplido Stephens, que al igual que Keys tuvo que superar una grave operación en el pie izquierdo que hasta la temporada de los torneos del Open no le permitió alcanzar su mejor forma