Hace 40 años Cecotto revolucionó el motociclismo mundial
El 30 de marzo se cumplen cuatro décadas del asombroso debut del caraqueño Johnny Cecotto en los campeonatos mundiales de motociclismo. Su doble victoria en las categorías 250cc y 350cc en el Gran Premio de Francia celebrado en el circuito Paul Ricard se convirtieron en una gesta única e irrepetible en los más de 60 años de esta disciplina y que lanzaron al estrellato al joven de 19 años de edad.
En 1975 Johnny Cecotto era un completo desconocido en Europa y nadie habría podido anticipar semejante actuación, asombroso estreno que nunca pudo ser igualado. Tendrían que pasar varios lustros para que algunas de sus marcas de precocidad fueran superadas por la nueva generación de pilotos.
Al manillar de sendas Yamaha bicilíndricas modelo TZ trabajadas por un reducido grupo artesanos de la velocidad de origen italiano que convirtieron a Venezuela como su segunda patria, Cecotto y el equipo Venemotos lograron quebrar un dominio que europeos, africanos de origen británico y oceánicos ejercieron durante casi tres décadas.
Andrea Ippolito, ex corredor, presidente de la Federación Motociclista Venezolana e importador de la firma Yamaha, impulsó y financió toda la operación que se construyó alrededor de la figura de Johnny Cecotto, una apuesta arriesgada que no tardaría en brindar enormes satisfacciones.
En aquella primera expedición se juntaron los conocimientos técnicos de Angelo Frontierri e Italo Cichetti en la preparación de los potentes pero frágiles motores de dos tiempos, equipo que luego contaría con el apoyo de Ferrucio Dalle Fusine y Alberto “Cataco” Rodríguez.
El circuito francés de Paul Ricard, enclavado cerca del Mediterráneo, era considerado el más moderno y seguro del Viejo Continente, calendario en el que se mezclaban trazados como Imatra, Brno, Salzburgring o Spa Francorchamps que harían temblar de terror a los corredores del presente.
La clase 350cc contaba con los mejores pilotos que participaban tanto en esa cilindrada como en la división reina del medio litro, las favoritas del campeonísimo Giácomo Agostini, amo absoluto en las categorías superiores del denominado Continental Circus.
Catorce coronas alcanzadas tanto en 350cc como en 500cc convertían a Agostini, de 33 años de edad, en el mayor ganador de todos los tiempos, una marca que hasta fecha ha perdurado. Épicos fueron los duelos que mantuvo con leyendas como los británicos Mike Hailwood y Phil Read, y también se habló mucho de la fortuna que lo acompañaba, porque muchos de los que estaban a punto de destronarlo sufrían graves accidentes o peor aún, encontraban la muerte.
Salvo contadas excepciones, entonces se corría en unos escenarios irreales si los comparamos con los modernos patrones de seguridad, trazados en los que era común tropezar con defensas muy cercanas a la pista, barreras metálicas sin protección, muros, árboles y hasta líneas ferroviarias.
VENEZUELA HACE SU DEBUT EN EL MOTOMUNDIAL
El primer aviso de Johnny Cecotto lo dio durante las clasificaciones oficiales a la pista de Le Castellet de 5.810 metros, trazado en el que estuvo vinculado otro venezolano, el torero César Girón, quien se casó con la hija del acaudalado empresario francés Paul Ricard.
Cecotto, identificado con el número 19 con dígitos blancos sobre fondo verde, consigue el segundo tiempo en la formación de largada del cuarto de litro detrás del piloto oficial de Yamaha, el japonés Ikujiro Takai, primera fila que completaron el local Patrick Pons y el campeón mundial italiano Walter Villa. En 350cc, el venezolano emplea el número 12 (dígitos blancos sobre fondo azul) y se adjudica la pole position, tras aventajar al nipón Hideo Kanaya, al italiano Giácomo Agostini y al británico Mike Doods.
Tanto la prueba de 250cc como la de 350cc cuentan con un recorrido de 22 vueltas, escenario famoso por su larga recta de casi dos kilómetros de extensión, además de los fuertes vientos conocidos como Mistral.
En el cuarto de litro, Cecotto partió a la zaga de Takai, quien buscó desembarazarse sin éxito del desconocido con el casco blanco con dos franjas rojas. Johnny estudió a su rival y fue en la última vuelta, a menos de 500 metros de la bandera a cuadros, cuando el venezolano hizo su jugada magistral y le ganó la frenada al nipón en la curva L’Epingle, dejándolo sin posibilidad de reaccionar. Cecotto cubría la distancia en 51 minutos, 7 segundos y 1 décima y se apuntó además el récord de vuelta en 2 minutos con 18 segundos a un promedio de 151 kms/h, ello le permitía batir por más de 3 segundos la marca que tenía Jarno Saarinen en 1973. El podio lo completó el galo Michel Rougerie, en una Harley Davidson a casi un minuto y medio del ganador.
El triunfo también permitía a Cecotto convertirse en el corredor más joven en llevarse la bandera a cuadros, rompiendo la marca que desde 1959 tenía el legendario Mike “The Bike” Hailwood. Pero el show del venezolano apenas comenzaba y faltaba la prueba en los 350cc donde se mediría a Giácomo Agostini.
REPASO AL MAESTRO AGOSTINI
Veintidós giros aguardaban nuevamente por el pelotón, pero a diferencia de la primera carrera en la que Cecotto hizo las veces del cazador, en esta oportunidad se convirtió en la liebre, aunque nadie sería capaz de seguirle el ritmo. Por segunda ocasión las notas del Gloria al Bravo Pueblo sonaron en suelo galo. Andrea Ippolito llevó el Himno Nacional en su equipaje: sería acaso por algún presentimiento o estaba muy seguro del potencial de su protegido.
Si en los 250cc Johnny Cecotto estuvo acompañado en el podio por Takai y Rougerie, en 350cc su escolta fue nada más y nada menos que el intocable “Mino” Agostini, junto al local Gerard Choukroun. Para tener una idea del endiablado ritmo del venezolano, otra vez impuso el récord de vuelta, y en las 22 vueltas le endosó 25 segundos al campeón del mundo, asegurándose además su primer “hat-trick” (pole position, record de vuelta en carrera y victoria). Todavía más sorprendente resulta advertir que su tiempo acumulado con la moto de 350cc de 50 minutos, 21 segundos, con 5 décimas, le habría permitido concluir tercero en la de 500cc, a 12 segundos del vencedor Giácomo Agostini.
“Fue increíble – recordó Cecotto – llegamos sin conocer la pista pero de inmediato me adapté a ella y las motos funcionaron sin problemas. En la carrera de 250cc estuve detrás de Takai, nunca le hice saber dónde iba a adelantarlo y lo superé faltando tres curvas para llegar a la meta, alargué la frenada al máximo en una curva cerrada sin dejarle opción de reaccionar. En la de 350cc fue algo más fácil, porque me escapé en solitario y crucé solo la meta, con Agostini a más de 20 segundos. Nadie de nosotros se lo esperaba, nosotros fuimos a Europa con la intención de aprender y adquirir experiencia, de allí que ganar las dos carreras nos sorprendió a todos”.
El influyente diario L’Equipe de Francia aclamó al fenómeno suramericano al escribir: “Johnny Cecotto ganó en 250cc y en 350cc, y no triunfó en 500cc porque no corrió…”. La prensa internacional se desvivió en elogios hacia el nuevo fenómeno y Venezuela empezó a dejar su huella en el motociclismo mundial.
FULGURANTE CAMINO HACIA LA CONSAGRACIÓN
Pero no se puede hablar de Francia 1975 sin retroceder dos años antes y ubicarse en las 500 Millas de Interlagos, en Brasil, para empezar a descubrir el potencial que escondía el adolescente Cecotto. En la exigente prueba paulista, el caraqueño se alzó con el tercer lugar en pareja con Ferrucio Dalle Fusine. En la pista de ocho kilómetros de longitud, Johnny Cecotto mostró un talento fuera del común ante pilotos con trayectoria en Europa como el local Adú Celso Santos, quien aquella temporada lograría la victoria en el GP de España en la clase 350cc.
Ese mismo día, en Monza, Italia, perdían la vida el finlandés Jarno Saarinen y el italiano Renzo Pasolini, en una muestra evidente de los paupérrimos criterios de protección que existían entonces. El juvenil Cecotto admiraba a Saarinen y lo consideraba su ídolo, y en su honor diseñaría su casco con los colores y el emblema usados por el escandinavo.
Cecotto sumaba apenas una decena de competencias internacionales en pistas de Suramérica y Japón, así como una breve aparición en las 200 Millas de Imola, Italia, en 1974. Sin embargo, unas semanas antes del GP de Francia de 1975, había deslumbrado en las clásicas 200 Millas de Daytona en los Estados Unidos, al concluir tercero con una moto de 750cc tras remontar desde el puesto 75 (partía en la primera fila pero fue enviado al fondo del pelotón por los comisarios deportivos debido a un contratiempo técnico). Su descomunal remontada le permitió rebasar en las vueltas finales al campeonísimo Giácomo Agostini.
Al viajar a Europa, Johnny Cecotto apuntó hacia las divisiones intermedias, aunque el joven protegido de Ippolito había demostrado su natural adaptación en las máquinas de mayor potencia como las de 750cc que no formaban parte del Mundial tradicional. La pequeña formación venezolana que tomó como su centro de operaciones a la localidad italiana de Lugo di Romagna, no pareció impresionarle el hecho de medirse a los equipos de fábrica que contaban con pilotos de gran experiencia.
Tanto en 250cc como en 350cc destacaba el italiano Walter Villa, campeón 1974 en el cuarto de litro en la rapidísima Harley Davidson (ex Aermacchi), en pareja con el galo Michel Rougerie. El nutrido escuadrón que empleaba las Yamaha protegía a los japoneses Ikujuro Takai e Hideo Kanaya, mientras los europeos contaban con figuras en ascenso como los italianos Paolo Pileri y Mario Lega, los franceses Jean Francois Baldé y Patrick Pons o el holandés Boet Van Dulmen, sin olvidar al gigante germano Dieter Braun, doble campeón en 125 y 250cc. Y por supuesto, el todopoderoso Giácomo Agostini.
El resto de aquella campaña fue una historia que se saldó con el título mundial en 350cc y el cuarto puesto en 250cc, corona que también habría sido de Cecotto de no haber sufrido tres fallos mecánicos cruciales en España, Holanda y Suecia cuando comandaba el pelotón.
Estremecidos por su asombrosa actuación, los medios de comunicación internacionales no dudaron en llamar a Cecotto como “Niño Prodigio”, “Fangio de las dos ruedas” o “La Centella de Caracas”, iniciándose una verdadera fiebre o “Cecottitis” en Venezuela y en todo el continente, impacto y entusiasmo que motivaría a otros jóvenes prospectos a emularlo, con los también venezolanos Carlos Lavado, Aldo Nannini e Iván Palazzese a la cabeza.
RESULTADOS GP FRANCIA 30-3-75
(Paul Ricard 5.810 metros)
350cc 22 vueltas
1) Johnny Cecotto (Venezuela) Yamaha 50’21”5
2) Giácomo Agostini (Italia) Yamaha a 25”
3) Gerard Choukroun (Francia) Yamaha a 57”
4) Jean Louis Guignabodet (Francia) Yamaha a 1’00”8
5) Claude Huget (Francia) Yamaha a 1’01”1
6) Jean Francois Balde (Francia) Yamaha a 1’03”8
7) Pentii Korhonen (Finlandia) Yamaha a 1’28”1
8) Patrick Bouzane (Francia) Yamaha a 1’31”2
9) Pat McKinley (Inglaterra) Yamaha a 1’33”3
10) Kjell Solberg (Noruega) Yamaha a 1’36”2
Pole position: Johnny Cecotto 2’16”6
Récord de vuelta: Johnny Cecotto 2’15”9
250cc 22 vueltas
1) Johnny Cecotto (Venezuela) Yamaha 51’07”1
2) Ikujiro Takai (Japón) Yamaha a 1”9
3) Michel Rougerie (Francia) Harley Davidson a 1’26”4
4) Patrick Pons (Francia) Yamaha a 1’43”8
5) Lars Gustafsson (Suecia) Yamaha a 1’50”2
6) Gerard Choukroun (Francia) Yamaha a 2’01”1
7) Chas Mortimer (Inglaterra) Yamaha a 2’08”0
8) Tom Virtanen (Finlandia) Yamaha a 2’11”2
9) Tom Herron (Irlanda) Yamaha a 2’21”6
10) Patrick Bouzane (Francia) a 2’22”8
Pole position: Ikujiro Takai 2’19”6
Récord de vuelta: Johnny Cecotto 2’18”
muestra de que con poco se logra mucho,cuando se tiene disciplina. Honor a quien honor merece, Johnny Cecotto.