Gerardo Martino, otro técnico que se va sin la gloria y harto de la AFA
Gerardo Martino renunció este martes como entrenador de la selección argentina acosado por los fantasmas de tres finales consecutivas perdidas y harto de la crisis inédita que atraviesa la Asociación del Fútbol Argentino (AFA).
«Perder otra vez es un dolor demasiado grande», había dicho tras la derrota 4-2 en los penales frente a Chile en la final de la Copa América Centenario, la segunda consecutiva frente a la Roja.
Aunque entonces se temió que podía seguir los pasos de Lionel Messi y anunciar su dimisión, Martino se mantuvo los últimos días cauto frente al compromiso de los Juegos Olímpicos de Rio-2016 que inician en agosto.
Pero la crisis sin fin de la AFA rebasó el vaso. Antes de partir a Estados Unidos había admitido que la AFA le debía seis meses de salario y al regresar tropezó con problemas para armar el equipo olímpico por resistencia de los clubes para prestar sus jugadores, según la prensa local.
Nada para recordar
El ‘Tata’ renunció a los 53 años sin haber podido entrar a la historia como el entrenador capaz de romper el maleficio de 23 años sin títulos.
Además de las finales de Copa América perdidas con Paraguay en 2011 y su Argentina natal en 2015, Martino cargaba con la frustración albiceleste del Mundial de Brasil-2014, cuando su antecesor Alejandro Sabella ocupaba el banquillo.
La sequía desde el sudamericano de Ecuador-1993 continuará al menos hasta la Copa del Mundo de Rusia-2018, ahora previsiblemente sin Messi, el mejor del mundo y sin entrenador.
Desde aquel título logrado con Alfio Basile, han desfilado sin éxito antes que él sus compatriotas Daniel Passarella, Marcelo Bielsa, José Pekerman, nuevamente Basile, Diego Maradona, Sergio Batista y Sabella.
Entrenador que siempre ha defendido el buen juego más allá del resultado, admitió antes del choque en el MetLife Stadium de East Rutherford (Nueva Jersey, este) que por una vez estaba dispuesto a dejar de lado sus principios para ganar.
«Sí, probablemente. No por mí, sino por ellos», había dicho ante la prensa, antes del partido. Tampoco alcanzó.
Después de la derrota admitió que «el futuro, es difícil, abrumador».
Nombrado para conducir la selección argentina el 12 de agosto de 2014, con él la Albiceleste perdió las finales de la Copa América 2015 y 2016 ante Chile. Fueron 29 partidos, con 19 triunfos, 7 empates y 3 derrotas.