El último partido de Francesco Totti con la camiseta de la Roma
El histórico capitán del Roma, Francesco Totti, disputó este domingo contra el Génova su último partido con la camiseta del club capitalino, a los 40 años, tras 25 campañas en las que defendió el equipo de su ciudad convirtiéndose en un símbolo eterno.
Totti se despidió de sus aficionados con un emotivo acto organizado al finalizar el compromiso liguero y explicó que «lamentablemente se acabó» su carrera, destacando que se siente orgulloso por haber dedicado toda su vida deportiva al club «giallorosso».
El adjetivo «único» es una manera eficaz para definir el trayecto de Totti en el mundo del fútbol; un jugador que, a pesar de no haber conquistado grandes trofeos, es universalmente reconocido como una leyenda de este deporte.
El «Capitano» entró en los juveniles del Roma con 12 años, empezando una experiencia que duró 28 años y es uno de los máximos representantes del compromiso y la entrega para un único equipo, algo cada vez más raro en el fútbol de hoy en día.
Para esto, Totti renunció a la posibilidad de jugar en clubes que podían garantizarle más éxitos y se conformó con un título liguero, dos Copas Italia y dos Supercopas nacionales; unos títulos que él prefirió cambiar con el respeto absoluto de sus aficionados.
Sin embargo, la satisfacciones que le faltaron con su club fueron compensadas por la victoria del Mundial con la selección italiana en 2006, en un torneo en el que fue protagonista con un fundamental penalti marcado contra Australia en los octavos de final.
Este es sólo uno de los momentos que cabe recordar de la carrera del capitán.
El debut a los 16 años en 1993, el Scudetto (título liguero) de 2001, el rechazo a una oferta del Real Madrid en 2004, la Bota de Oro arrebatada al holandés del club blanco Ruud Van Nistelrooy en 2007, fueron etapas determinantes de la carrera de Totti.
La citada propuesta del Real Madrid de Florentino Pérez provocó uno de los pocos momentos de incertidumbre del italiano, aunque al final prefirió quedarse en la ciudad de su vida, según admitió repetidamente el mismo jugador .
El curso 2006/07 fue el que más satisfacciones dio al italiano bajo el punto de vista de las dianas, ya que terminó el año con 26 goles en la Serie A, lo que le permitió superar a Van Nistelrooy, que se paró en 25 tantos.
Pero el capitán «romanista» se hizo con el cariño de sus hinchas y con el respeto de sus rivales no sólo por sus méritos deportivos sino también por su manera de ser.
Cabe destacar la intensa actividad benéfica de Totti, que dio y sigue dando una significativa aportación a varias asociaciones que luchan contra la pobreza y que ayudan a los niños.
Hay quien sostiene que la carrera de un jugador tiene que medirse exclusivamente con los títulos que logró conquistar, aunque Totti decidió lanzarse a por otro reto: ser eternamente fiel al equipo de la ciudad en la que creció.
El italiano es globalmente reconocido como un símbolo mundial del fútbol y como uno de los mejores jugadores de todos los tiempos, lo que demuestra como su decisión estuvo acertada.