Cristiano le da el triunfo a Portugal ante una complicada Rusia
Un tempranero gol de Cristiano Ronaldo ante una irregular Rusia dio los tres puntos a Portugal en su segundo partido en la Copa de Confederaciones, victoria que bien pudo haber dejado escapar en el segundo tiempo, en el que los rusos llegaron a tener contra las cuerdas a los campeones de Europa.
Le salió bien la apuesta a los hombres de Fernando Santos, que ganaron a Rusia con un gol de su gran estrella, un primer tiempo en el que mostraron superioridad jugando sin demasiadas ganas de ir a por más, y una segunda parte en la que supieron, con no poca suerte, frenar a una Rusia desatada durante muchos minutos.
Dos tiempos muy distintos se vieron hoy en el estadio Spartak de Moscú. Los segundos 45 minutos de Rusia bien pudieron ser recompensados al menos con un empate.
A falta de que México juegue su partido esta noche ante la débil Nueva Zelanda, parece que los dos semifinalistas del Grupo A saldrán de la última jornada del próximo sábado, en la que Rusia deberá jugar el todo por el todo ante la ‘Tri’.
Portugal se adelanta en el grupo con 4 puntos, mientras que Rusia mantiene sus opciones tras lograr una victoria en la primera jornada, en el partido contra Nueva Zelanda (2-2).
El partido empezó a gran velocidad, con los dos equipos conscientes de su necesidad de sacar un buen resultado, lanzados a por el dominio de la pelota, que pese a todo cayó más a los pies de los portugueses en los primeros minutos de juego.
Cristiano Ronaldo, implicado al máximo desde los primeros compases del encuentro, no tardó en marcar el primer gol, que llegó muy temprano, en el minuto 8.
El astro del Real Madrid parece haberse quitado la presión de los últimos días, en el ojo del huracán mediático tras revelar a su entorno su intención de marcharse de España.
Aprovechó un lejano pase desde la izquierda de Raphael Guerreiro y batió con un perfecto cabezazo la portería de Akinfeev.
Rusia intentó en los siguientes minutos sorprender a su rival con pases a su ‘9’, Fedor Smolov, pero resultaron todos imprecisos, y a partir de entonces los hombres de Santos tomaron la iniciativa en medio de fuertes pitidos de los aficionados rusos.
En torno a la media hora del partido, el dominio de Portugal ya era incuestionable, con muestras de una gran superioridad sobre su contrincante, incapaz de enlazar su juego en mas de tres o cuatro pases y llegar con peligro al área de Rui Patricio.
Las Quinas, con este panorama, se lo tomaron con relajación, sobando la pelota en el centro del campo y con alguna que otra llegada al área rusa, aunque sin crear sensación de gol, como si quisieran administrar las fuerzas, como ya hicieron en el partido contra México sin muy buen resultado (2-2).
Las estadísticas del primer tiempo reflejan bien lo que se vio sobre el césped: dos tercios de la posesión del balón para Portugal, y ningún tiro entre los tres palos para Rusia, por tres de los lusos.
En los primeros minutos del segundo tiempo, Akinfeev, que cumplió hoy cien partidos con la selección de Rusia, salvó a su equipo con una parada imposible tras un cabezazo de André Silva.
Y se animó Rusia, y se animaron las gradas del Spartak, que llevaban mucho tiempo sin hacer ruido, quizás por los gélidos 13 grados de la temperatura del aire o por la desconfianza en su equipo nacional, que ha decepcionado demasiadas veces en los últimos años.
Pero pese a controlar más el esférico, defender mucho mejor y llegar con velocidad y peligro al área de Portugal, le faltó lo que siempre le falla a este equipo: el gol.
A falta de media hora para el final, Smólov gozó de la mejor oportunidad de Rusia hasta ese momento, tras un buen ataque de los hombres de Cherchésov por el flanco derecho, pero al delantero ruso le faltaron unos centímetros para tocar el balón con la cabeza en su salto.
Habría sido el gol del empate, porque Rui Patrício estaba batido.
Y se desbocó Rusia, desbordando a Portugal con un vendaval de llegadas a la portería, con una pasión y determinación como pocas veces se le ha visto a esta selección, pero con tan poca fortuna como siempre.
Portugal supo frenar la presión de su rival, aunque también la suerte y lo poco acertada que suele estar Rusia a la hora de definir tuvieron bastante que ver con el resultado final.