Conmebol trata de desligarse de la sombra de violencia
El fútbol sudamericano busca alejarse de los altercados vividos en Buenos Aires durante la final de la Libertadores de 2018
El presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez, instó a los cuatro equipos semifinalistas de la Copa Sudamericana a que «nada empañe la pasión y el brillo» de la final de la competición, que por primera vez se jugará a partido único, este año el próximo 9 de noviembre en Asunción, Paraguay.
Domínguez se reunió para tal fin con directivos y gerentes de los clubes semifinalistas del torneo: el argentino Colón, los brasileños Atlético Mineiro y Corinthians y el ecuatoriano Independiente del Valle.
A la convocatoria en Luque, sede de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), también acudieron autoridades y responsables de seguridad cada uno de los equipos para comenzar a delinear las estrategias para esa fecha y evaluar los recursos que se necesitarán para que la final transcurra sin violencia ni sobresaltos.
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Con esta previsión, el fútbol sudamericano trata de desligarse de la sombra de violencia que padece, con la presencia de barras bravas en los estadios y con el precedente de los altercados vividos en Buenos Aires durante la final de la Copa Libertadores de 2018, que tuvo que jugarse en Madrid, como terreno neutro, tras los enfrentamientos entre hinchas de River Plate y Boca Juniors.
Durante la reunión, Domínguez compartió con los asistentes las buenas perspectivas de aumento de ingresos para los próximos años y les recordó el compromiso de la institución para volver a invertir en el fútbol los beneficios generados.
En un principio la sede elegida para albergar la final de la Copa Sudamericana fue Lima, pero en mayo pasado la Conmebol decidió trasladarla para Asunción «por cuestiones organizativas».
El encuentro entre los finalistas se jugará en el Estadio Defensores del Chaco.
Por su parte, la Copa Libertadores también se decidirá en una final única, en este caso en Santiago de Chile, según anunció la Conmebol en agosto de 2018.
Domínguez explicó entonces que la decisión de elegir una ciudad responde «al objetivo estratégico de potenciar el desarrollo deportivo del fútbol sudamericano», con mayores recursos e inversión.