Si bien es cierto que la crisis sanitaria generada por la pandemia del coronavirus trastocó la planificación y organización deportiva que se tenía en torno a los Juegos Olímpicos de Tokio, hay otros factores que han incidido en la preparación de los atletas criollos que a la fecha se encuentran clasificados a la justa nipona.
La máxima cita del deporte universal que debería haberse celebrado entre finales de julio e inicio de agosto de este año, fue pospuesta para el 2021, justamente para resguardar la salud de los deportistas. A pesar que muchos creían que el aplazamiento podría ser una oportunidad para prepararse mejor y así tener la posibilidad de llegar en mejores condiciones al certamen, la realidad es que se les ha hecho muy cuesta arriba.
A la fecha, Venezuela cuenta con un total de 20 clasificados, de los cuales 12 forman parte del equipo de voleibol masculino y tan solo ocho lograron el cupo de forma individual. Se podría decir que se trata de la cifra más baja de las últimas tres décadas.
No contar con los recursos económicos que deberían otorgar los entes deportivos del Estado para poder costear los gastos de logística, viajes y preparación para poder asistir a eventos internacionales y así tener el roce competitivo, forman parte de algunos de los factores que han incidido en ello. Lamentablemente en esta oportunidad el país no tendrá representantes en disciplinas como el taekwondo, la lucha olímpica y el ciclismo de pista, dado que ya no tienen oportunidad alguna de lograr un cupo. Y por los vientos que soplan, las expectativas para aumentar la cuota de participantes en Tokio no son muy altas.
Cada uno de los clasificados cuenta con una realidad totalmente diferente. A menos de 300 días para que los Juegos Oímpicos de Tokio 2020 suban el telón, esta es la situación que cada uno de ellos vive.
Yulimar Rojas con la mirada puesta en el oro
La reina del salto triple tiene todo a su favor para hacer historia en la justa japonesa. A pesar del parón obligado por el covid-19, ha ido recuperando terreno en las competiciones, tanto así que impuso su mejor marca del año en Valencia (España) con un registro de 14,71 metros. Rojas es firme candidata a conquistar lo más alto del podio en Tokio y hacerse de la medalla dorada, ya que cuenta con el récord mundial bajo techo (15,43) bajo sus brazos.
La criolla fue la primera clasificada para la justa olímpica y actualmente entrena en Guadalajara (España) bajo las directrices del campeón mundial Iván Pedroso. Es una de las que cuenta con una planificación asegurada por sus sponsors deportivos, lo que le permitirá asistir a todos los eventos posibles antes de Tokio. Rojas tiene todo a su favor para inmortalizar su nombre en el Olimpo.
Robeilys Peinado, en ascenso
La novel garrochista se convirtió en la segunda atleta criolla en lograr el boleto a Tokio 2020 al lograr la marca mínima exigida. Tuvo un gran inicio de año, en el que logró imponer hasta un total de cinco veces nuevas marcas nacionales en el salto con garrocha. En el mes de febrero se alzó con la medalla de oro en un torneo local en Szczezin (Polonia) con un salto de 4,50 metros.
El receso obligado del coronavirus la dejó más de cinco meses en Caracas y a pesar de los esfuerzos por mantenerse entrenando no contaba con las instalaciones adecuadas para hacerlo.
La pupila de Wiaczeslaw Kaliniczenko, logró volver hace poco más de tres meses Polonia en un vuelo humanitario y poco a poco ha ido retomando su nivel. En el Meeting de Gala del Castillo (Suiza) se adjudicó la medalla de bronce con un registro de 4,30 metros.
Daniel Dhers, sin pausa
Uno de los criollos clasificados a Tokio 2020 que a pesar de la pandemia no ha cesado en sus entrenamientos ha sido el representante del BMX freestyle, Daniel Dhers. Sin duda alguna el contar con un centro de preparación personal en Carolina del Norte (Estados Unidos), lugar donde reside, ha sido de gran beneficio.
Hace poco más de un mes, en la vuelta a la “nueva normalidad”, se aseguró un lugar en el podio en el Pannonian Challenge disputado en Osijek, (Croacia), donde ganó la medalla de plata. El ciclista de 35 años, es otra de las grandes apuestas a conquistar una presea olímpica. Toda su planificación es netamente personal, dado que no ha requerido de los recursos de Mindeporte o la Federación Venezolana de Ciclismo para poder llevarla a cabo.
Rubén Limardo, el campeón a la caza de un nuevo podio
El campeón olímpico de Londres 2012, quien recientemente fue exaltado al Salón de la Fama de la Esgrima Mundial, logró su boleto a Tokio como el mejor de América. Actualmente se mantiene en la ciudad de Lodz (Polonia) entrenando bajo las directrices de Ruperto “Chicho” Gascón.
Desde hace más de dos años las autoridades deportivas del país no le han renovado su contrato, e incluso muchos de los integrantes del equipo de espada masculino han tenido que realizar trabajos como meseros y Djs para poder cubrir sus gastos en Europa. A pesar de las adversidades, Limardo está enfocado en brindar una nueva alegría al país.
Antonio Díaz, en busca del retiro soñado
La veteranía y desempeño que ha mostrado el sensei Antonio Díaz a lo largo del ciclo olímpico de Tokio 2020, le permitió conquistar el cupo a la justa en la que siempre soñó en participar. El bicampeón mundial de kata apuesta a poder retirarse a lo grande con un metal olímpico.
La crisis sanitaria lo tomó en Caracas, sin embargo, no ha dejado de entrenar arduamente en su dojo. Es otro de los atletas afortunados que no depende de la planificación de los entes deportivos del Estado. Sin embargo, apuesta por la puesta en marcha de nuevas competiciones internacionales, para así poder contar con un mayor roce competitivo.
Orluis Aular, joven ciclista con garra
El novel ciclista yaracuyano se adjudicó el cupo país del ciclismo de ruta, hasta ahora se perfila como el único criollo que verá acción en Tokio en su especialidad. Luego de varios meses en el país, logró volar a España para comenzar a prepararse junto a su equipo Caja Rural-Seguros RGA.
Aular quien recientemente sufrió una lesión antes de ver acción en la Vuelta a Portugal, espera por un mayor apoyo económico de instituciones como Mindeporte para poder planificar en los próximos meses su preparación.
Andrés Lage, un caso emblemático
A lo largo de cinco años Andrés Lage ha sacrificado parte de su vida para lograr una de sus metas más ansiadas: participar en unos Juegos Olímpicos. Dormir en la parte trasera de una camioneta tipo Van a lo largo de este tiempo, tener tres empleos para poder cubrir sus gastos de manutención y logística para participar en los eventos clasificatorios, han sido parte de su día en los últimos tiempos.
El velerista que logró clasificarse a Tokio tras situarse octavo en una Copa del Mundo en Italia, ha tenido que reinventarse para poder mantener su preparación. Al no contar con la ayuda económica de entes como Mindeporte ni el Instituto Nacional del Deporte, se vio en la necesidad de crear una cuenta de Gofundme para recaudar recursos para sus entrenamientos.
Karen León, sin lugar para entrenar
La judoca venezolana Karen León ha sido hasta ahora la última clasificada para la justa olímpica. Hace apenas unas semanas se conoció la noticia de que ella sería quien se quedaría con el cupo continental. Tras su regreso de España, no ha podido entrenar como es debido dado que no cuenta con unas instalaciones para ello.
Y es que desde hace algunos meses el Centro Nacional de Judo, funge como centro de apoyo para pacientes contagiados de covid-19, razón por la cual no ha podido prepararse como es debido. Tal ha sido la preocupación que ha manifestado la atleta, que teme que pueda perder el cupo a Tokio, dado que tampoco cuenta con una planificación por parte de los entes deportivos para sus entrenamientos.
Voleibol, entrena a duras penas
Luego de clamar ayuda oficial para volver al país y poder reunir a gran parte del equipo, dado que muchos se encontraban en diversas partes del mundo confinados, la selección nacional de voleibol retomó sus entrenamientos en el gimnasio Gastón Portillo.
El conjunto criollo logró su clasificación a inicios del 2020 en el Preolímpico de Santiago de Chile, sin contar con la mejor preparación posible. Hoy además de la pandemia, deben sortear otros problemas, como por ejemplo no contar con su director técnico, dado que el mismo se encuentra en Buenos Aires (Argentina).
Dentro de la planificación que tiene el conjunto, se encuentra el viajar a finales de año a Cuba y República Dominicana, como parte de su preparación a la justa olímpica. De no ser por el voleibol, Venezuela solo contaría con ocho clasificados.