China será la milésima prueba de la F1
En el Gran Premio de China, la Fórmula 1 celebrará este fin de semana su carrera número 1.000 desde que arrancó en 1950. Desde su inicio el deporte motor ha buscado fórmulas para aumentar el espectáculo, y de la mano de la tecnología las grandes marcas han logrado imponer su jerarquía.
Son casi siete décadas de historia desde aquella primera carrera en mayo de 1950 en Silverstone. Ahora las escuderías han mejorado su mecánica gracias a los avances en tecnología. Todo ha mejorado, el número de carreras ha aumentado de siete a 21 y podría subir a 25 en los próximos años, abriendo cada vez más mercados nuevos en economías emergentes.
Cinco grandes premios de los originales se mantienen en el calendario (Bélgica, Gran Bretaña, Francia, Italia, Mónaco). Y en 69 años, la F1 ha visitado 32 países y 72 circuitos, aunque en la actualidad mantiene un continente alejado de su calendario, África.
El piloto de más experimentado en China será Kimi Raikkonen (39) y el más joven, Lando Norris (19). La mitad de la parrilla actual tiene 25 años o menos, señal inequívoca de la renovación profunda en la política de las escuderías, que cada vez confían más en sus academias de jóvenes pilotos.
Ferrari se mantiene en el tiempo. Solo dos equipos sobreviven desde aquella remota primera carrera en 1950: Ferrari y Alfa Romeo, este último gracias a un cambio de nombre de Sauber. Ferrari es la única escudería que ha estado presente en todas las ediciones del campeonato.
Mercedes busca imponer su dominio
Rivalidades varias para la carrera 1.000 de la Fórmula Uno que este fin de semana se celebrará en China, donde el británico Lewis Hamilton y el finlandés Valtteri Bottas saldrán a la pista para intentar inclinar la balanza del favorito de Mercedes, detalló EFE.
Con una victoria en Australia y un segundo puesto en Baréin, Bottas ha arrancado fuerte la temporada y continúa líder del mundial con 44 puntos, uno más que su compañero de equipo (gracias al ‘extra’ de la vuelta rápida de Melbourne), quien se proclamó campeón en Sakhir.
La carrera en el circuito de Shanghái será por tanto decisiva para inclinar la balanza interna en las filas de Mercedes hacia el lado del finlandés o hacia el del cinco veces campeón del mundo, quien a priori parte como favorito en China, una prueba que ha ganado cinco veces (es el máximo ganador de la historia).
China será también una cita clave para la escudería más laureada de la historia, Ferrari, que no vive sus mejores épocas y no gana un Mundial desde que lo hiciera por última vez en 2007 el finlandés Kimi Raikkonen.
Será una carrera decisiva para saber si los históricos monoplazas rojos recuperan el brío perdido, superan sus fallos mecánicos y ganan la confianza necesaria para la temporada, o dejan casi en solitario a la escudería alemana en lo alto del podio.
Y también para decidir quién es el favorito entre sus filas, tras el fuerte arranque de temporada del joven piloto monegasco Charles Leclerc, quien pese a un buen comienzo en el desierto de Baréin, donde situó por primera vez a Mónaco en una ‘pole’ de la F1, tuvo que conformarse al final con un tercer puesto en carrera (que logró gracias al ‘safety’ car, presente en la última vuelta) después de que su coche perdiera potencia.
La presión será mayor para el veterano Vettel, cuatro veces campeón del mundo, quien no se sube a lo más alto del podio desde agosto del año pasado, cuando ganó en el circuito belga de Spa-Francorchamps.