River y Boca se jugarán el honor en las gradas
En la final de la Copa Libertadores entre River Plate y Boca Juniors estará en disputa mucho más que una copa: se juega el honor de ambas hinchadas, las cuales tienen una rivalidad histórica más allá de lo deportivo.
Desde el año 2013 en Argentina no se les permite el ingreso a los estadios a las hinchadas visitantes. Anterior a eso, las barras de Boca y de River organizaban viajes para dirigirse a donde quiera que sus equipo jugaran, incluso fuera del país.
La rivalidad no es solo en la cancha, sino también en las gradas. Constantemente las hinchadas de estos dos equipos, que son los más populares de Argentina, están en competencia a ver cuál es mejor y cuál club es mejor.
La fanaticada de River Plate denominada “Los Borrachos de Tablón 14”, que llevan casi 50 años alentando al «Millonario» con bombos, banderas, cánticos, consignas y los “trapos”, asisten a cada partido para alentarlos y ayudarlos a ganar los partidos.
Una de las disputas más grandes entre grada y grada se vivió en un superclásico jugado en 2012. La hinchada de River soltó al cielo un gigantesco cerdo inflable, vestido con los colores de Boca Juniors y comenzaron a corear «Riquelme, Riquelme», quien es uno de los ídolos más grandes del club Xeneize. Esto generó burlas de los fanáticos del Millonario, que hasta hoy persisten.
La hinchada de Boca Juniors se llama “Jugador N°12”, históricamente han acompañado al Xeneize en la consecución de grandes campeonatos y logros con la institución “azul y oro”. Su origen se debe a que alrededor de 1925, Boca realizó la primera gira de su historia y la del fútbol argentino. Junto con el cuerpo técnico y los jugadores viajó un fanático destacado al cual llamaron el “Jugador Número 12”
Otra recordada anécdota entre ambas hinchadas sucedió en el año 2013 mientras se enfrentaban estos dos clásicos rivales en » La Bombonera». Aparecieron varios fanáticos disfrazados de fantasmas y con una «B» dibujada. Esto en alusión que a River lo perseguía «el fantasma de la B», tras haber descendido a la segunda categoría del fútbol argentino dos años antes. La denominada «invasión fantasma» trajo consigo miles de bromas y chistes hacia los fanáticos riverplatenses.
Ganar la Copa Libertadores, para cualquiera de estos dos equipos, representará un logro para la fanaticada que lo gane y por ende una derrota para el rival, quienes tendrán que soportar los chistes y burlas del club ganador.
Costosa final
El precio de las entradas para el partido de ida de la final de Copa Libertadores entre Boca Juniors y River Plate en el estadio de la Bombonera se multiplicaron hasta 70 veces del valor oficial del boleto.
Una entrada para poder disfrutar de la inédita final puede costar entre 1200 y 4900 dólares a través de la reventa por internet.