Alcalde de Río admite que Olimpiadas no solucionan problemas de la ciudad
El alcalde de Río de Janeiro, Eduardo Paes, reconoció hoy que los Juegos Olímpicos, que se inauguran dentro de un mes, no han solucionado los problemas de la ciudad, aunque defendió el legado positivo que deja el evento.
Los Juegos le han servido a Río para superar «lacras» y salir del «atraso» en el que se encontraba, pero según el alcalde, cometió un error quien pensó que las Olimpiadas servirían para arreglar «todos los problemas de la ciudad».
«La ciudad estaba muy atrasada. La ciudad avanzó con sus desafíos (…) pero nadie es necio o imbécil de creer que esto es una maravilla», dijo el alcalde al hacer balance de los preparativos en una rueda de prensa al lado de los ministros de Deporte y de Justicia y del presidente del comité organizador Río 2016, Carlos Arthur Nuzman.
El alcalde hizo mención a la grave crisis económica y política que atraviesa Brasil y admitió que el juicio político abierto contra la presidenta Dilma Rousseff, proceso al que se refirió como una «depuración dolorosa», «dificulta las cosas».
Paes también lamentó que en Río ha habido un «recrudecimiento de la violencia» en los últimos meses, después de una racha de varios años de reducción en el número de homicidios.
En mayo pasado se registraron 472 homicidios en el estado de Río de Janeiro, una media de 15 por día, según los datos oficiales más recientes.
El aumento de la inseguridad ha coincidido con el agravamiento de la crisis financiera de la gobernación de Río, que ha tenido que pedir ayuda al Gobierno brasileño para pagar los sueldos atrasados de los policías.
No obstante, tanto el alcalde como el ministro de Justicia, Alexandre de Moraes, dijeron que la seguridad no va a ser un problema durante los Juegos gracias al operativo especial que hoy se puso en marcha.
Según el ministro, la inyección de recursos que el Gobierno ha realizado a Río permitirá el pago de los salarios a los policías y llevará a la «normalización» de la seguridad.
A pesar de las dificultades, Paes defendió que los Juegos Olímpicos han supuesto una «transformación» para Río, en especial de su red de transporte público, y le ha brindado la oportunidad de convertirse en una «ciudad mejor».
El alcalde pasó de puntillas sobre algunas de las principales quejas acerca del proyecto olímpico, como los desahucios forzosos en algunas favelas o el incumplimiento de promesas como la descontaminación de la bahía de Guanabara, donde se realizarán las pruebas de vela, y cargó las tintas contra los críticos.
También presumió de haber realizado unos Juegos baratos, con un presupuesto de 4.100 millones de dólares, cifra un 35 % inferior a los cálculos realizados en la época de la candidatura olímpica.
Para rebatir a los que cuestionan que se hayan empleado fondos en los Juegos que habrían sido necesarios en políticas públicas, Paes recalcó que la inversión de la alcaldía en instalaciones deportivas sólo supone un 1 % del presupuesto municipal destinado a sanidad y educación.
El ministro del Deporte, Leonardo Picciani, destacó que Brasil ha «cumplido su tarea» y el país está «enteramente preparado» para la fiesta deportiva que se celebrará entre el 5 y el 21 de agosto.
A pesar del balance positivo, varios movimientos sociales y colectivos de desahuciados convocaron protestas para este martes contra lo que denominan «los Juegos de la exclusión».