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Habemus CNE
(con mi agradecimiento para Ismael Pérez Vigil, cuya amistad honra mi historia) Fue un proceso complicado y difícil. Un ejercicio…
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La venganza de los pericos
Creo que buena parte de ustedes, mis pacientes lectores, tuvieron la oportunidad de disfrutar la alocución de Etanislao El Cínico…
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Premoniciones presidenciales
«Los hijos no son culpables de lo que los padres hacen», Esteban de Jesús dixit. Si no estuviésemos ya, como…
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De la paranoia de Don Luis
De sistemas de información y de competencia periodística, el dueño de Micabu sabe lo que yo sé de física nuclear.…
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¡Arriba Cadenas!
Mis dos mamás – sí, así soy de sortaria – andan como campanitas en plena Navidad. Mañana, día de las…
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Spielberg busca otro Oscar
Creo que más de uno se confundió con lo que ocurrido el pasado domingo en la hermosa ciudad de Santiago…
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Visita domiciliaria
Doña Elena está, otra vez, preocupadísima. Dice que cualquier día de estos, el mismísimo Capitán Otayza y sus club de…
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Visita domiciliaria
Doña Elena está, otra vez, preocupadísima. Dice que cualquier día de estos, el mismísimo Capitán Otayza y sus club de…
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La fatídica madrugada del 29 de Mayo, o la Revolución de los Cortacutículas
Un amigo chavista (sí, los tengo) escribe con gran preocupación sobre la posibilidad de una matanza general, instrumentada o instigada…
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Rhona encadenada y la extraña mujer de lentes obscuros
De vuelta en casa luego de pasarme unas horas solidarizándome con Rhona encandenada a la endeble baranda del CNE, tan…
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¿Por qué no se queda allá?
El señor Presidente está viajando a ese «mar de felicidad» que, a su extrañísimo saber y entender, es Cuba. Está…
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