El Museo de los Niños: un lugar para aprender jugando
Un lugar en donde la única regla es “prohibido no tocar”. El equipo de Analitica.com hizo una visita al Museo que fue creado con la intención de que los niños aprendan de manera didáctica y entretenida, en un espacio que representa el primer museo de los niños en Latinoamérica.
El Museo de los Niños fue inaugurado de manera oficial el 5 de agosto de 1982, pero abrió sus puertas al público en general el 7 de agosto del mismo año. Su fundadora, Alicia Pietri de Caldera, tuvo mucho contacto con fundaciones de niños durante su período como Primera Dama, en el primer mandato de su esposo Rafael Caldera (1969-1974). Ella decía que “el niño tiene derecho a ser niño: a jugar y a aprender”, y hace 37 años decidió crear un espacio donde se le permitiera los más pequeños de la casa divertirse, tocar y explorar el arte, la ciencia y la tecnología. Una nueva alternativa para educar a través de la recreación, estimular el aprendizaje a través del descubrimiento.
El 5 de marzo de 1974 se firmó el Acta Constitutiva que creó la Fundación Privada Museo de los Niños, como institución sin fines de lucro. En 1979, el presidente de la República para ese momento, Luis Herrera Campíns, ofreció un edificio en el Complejo Parque Central como espacio para establecer el Museo, creando así las áreas de Biología, Ecología, Comunicación y Física.
Luego de tener el edificio, comenzó el proceso adaptar los espacios para hacer la cámara oscura, que es piso y techo de color negro, y tiene la intención de hacer resaltar las exhibiciones para llamar la atención de los niños.
Durante todo el recorrido se tiene contacto con el Amigo Guía, que es un joven de entre los últimos años de bachillerato y los primeros de la universidad, que está capacitado para atender al público de manera dinámica y se encarga de explicarles todo lo que tenga que ver con todas las áreas.
En el primer edificio nos encontramos con un viaje a la Luna, pero antes nos explican la Astronomía y el trabajo del astronauta. Nos cuentan qué comían, cómo eran sus trajes y cómo era el transbordador espacial. Este recorrido se hace en grupos de 3 niños, y se les enseña cómo es el viaje de la nave, cómo se maneja y luego de esa preparación los llevan a un simulador lunar donde exploran la ingravidez.
Cuando pasamos al segundo edificio nos encontramos con el centro de información, donde los Amigos Guías se encargan de distribuir al público entre las distintas áreas, para aprovechar al máximo la visita. El Museo está diseñado para que absolutamente todo pueda ser manipulado por los niños, por eso es posible que algunas de las atracciones tenga un leve deterioro.
En el primer piso se encuentra el área de Ecología, un poquito del área de Comunicación y otro poquito del área de Física, dándoles un abre boca a los niños de lo que van a encontrar en los otros pisos.
En el segundo piso nos encontramos la famosa molécula en la que los infantes tienen la oportunidad de subir y llegar hasta la cima para poder conocerla, aunque se les explica que solo puede verse a través de un telescopio muy potente, y también nos encontramos con una central nuclear.
Luego pasamos a Física pero al nivel de percepción donde los espejos nos enseñan, que depende de la curva, podemos vernos de manera distinta. También nos encontramos con la pared de sombra atrapada, que a través de una luz foto sensible hace parecer que tú sombra queda congelada en la pared.
Para explicar los efectos de los sonidos tenemos el piano gigante, en el que nos niños pueden hacer sonidos pisando las teclas del piano. Dentro del área de Física también nos encontramos con mecánica, la bola flotante, fricción y palanca.
El viaje a un país maravilloso es una exhibición en la que se hace un paseo interplanetario hasta llegar a un país maravilloso como los es Venezuela, donde se le enseña a los niños las regiones, las costumbres, los tipos de climas, monumentos y cosas emblemáticas de cada estado, a través de un video y una maqueta, que a medida que se va reproduciendo se va iluminando, enseñándoles a los niños un poco de identidad nacional.
En la cocinita del Museo de los Niños se les enseña a los niños sobre el trompo alimenticio, cuando debe medir y pesar, la pirámide de la alimentación, la nutrición y preparan recetas sencillas.
Al subir al tercer piso nos encontramos con la casita antañona, que tiene el objetivo de comparar la tecnología de las épocas pasadas con las de ahora. Cómo eran los baños, la cocina o la plancha comparadas a como son ahora. Y adicional a eso, fuera de la casa nos encontramos con los juguetes tradicionales.
Al seguir el recorrido nos encontramos con los símbolos, de qué manera los podemos utilizar, de los distintos tipos de alfabetos, topándonos luego con las parábolas que a través de las ondas electromecánicas hacen que puedas escuchar lo que dice la persona al otro extremo. Seguido se tiene el estudio de televisión.
El Museo de los Niños cuenta con una App para teléfonos inteligentes con la que se puede disfrutar de la exhibición de la Realidad Aumentada, donde a través de la aplicación los niños podrán disfrutar de una experiencia distinta al ver como los personajes cobran vida a través de los teléfonos.
En el área de Biología nos encontramos con el proceso de reproducción, la genética, el ADN, el sistema nervioso y los músculos. En esta área también se encuentran exhibiciones en las que se les muestran varios tipos de enfermedades a los niños y se les enseña cómo cuidarnos de ellas y prevenirlas. Luego tenemos odontología donde se les enseña a los niños a perderle el miedo al ir al odontólogo.
A parte de Museíto, que es el personaje principal del museo, nos encontramos con los miembros de la pandilla que son los que ayudan a explicar las exhibiciones.
El Museo de los Niños fue creado como una fundación sin fines de lucro. Fue en algún momento subsidiado por el Estado, pero en estos momentos se mantiene solo y únicamente de lo que adquieren en taquilla.
Muy pronto contarán con una exhibición distinta a todas las que ya tienen. Al terminar nuestro recorrido nos encontramos unas escaleras de colores creadas por Domingo Álvarez, y al bajar por ellas escuchamos la canción del Museo de los Niños.
Finaliza el recorrido con una pared donde se encuentran las fotos de aproximadamente seis mil jóvenes que fueron Amigos Guías, que por 37 años han ayudado a la Fundación Museo de los Niños a entretener y educar a millones de niños caraqueños.
Las entradas pueden ser adquiridas en La Tiendita del Museo o a través de su página web: www.maravillosarealidad.com