Zulianos padecen tras estar 20 horas sin electricidad al día
Los zulianos son los habitantes de Venezuela más afectados por la crisis eléctrica que se ha venido agudizando en el estado occidental desde el año 2009, cuando comenzaron a generarse fallas en el servicio que han dejado sin calidad de vida a los ciudadanos.
La situación empeoró en Zulia este 2019 y muchos son los afectados tras los apagones que duran más de 110 horas y más ahora, por un racionamiento eléctrico calificado por muchos como indiscriminado, y que se ejecuta sin tomar en cuenta las altas temperaturas que históricamente azotan la región, que solo en sensación térmica llega a superar los 40 grados de calor, aproximadamente, entre las 12 del mediodía y las 3 de la tarde.
Hablar de normalidad o cotidianidad en el estado Zulia es imposible, cuando muchos han dejado de asistir a sus puestos de trabajo o los niños al colegio por la falta de descanso o por no dormir durante las noches por el calor que se siente en el interior de las viviendas.
Muchos ciudadanos se han visto en la necesidad de crear antorchas caseras para iluminarse, mosquiteros para evitar los zancudos y otros han optado por dormir en las aceras, frente a sus hogares en busca de un poco de brisa que acabe con el calor.
A pesar de los llamados de las autoridades al reinicio de clases o de actividades laborales, el ausentismo es elevado, a tal punto que muchos hablan de la pérdida de un año escolar completo.
La crisis eléctrica ha colapsado toda actividad económica en la región, la comercial sobre todo. Así lo han afirmado representantes de la Cámara de Comercio de Maracaibo y de otras organizaciones que velan por el desarrollo economico zuliano.
A la crisis eléctrica se le suman las de otros servicios públicos como el agua, que ha dejado de bombearse a varios municipios del estado Zulia, porque, debido a los apagones y fluctuaciones, las bombas instaladas en la represa El Tulé se quemaron y no han sido reparadas.
Esta situación ha obligado a los ciudadanos a cargar por kilómetros pipas y botellones con agua potable hasta sus hogares para poder bañarse, cocinar y hasta lavar un poco de ropa. Lo cierto es que ante la escasez de agua potable, muchos ciudadanos propietarios de pozos han tomado la iniciativa de organizar a los afectados y les regalan el vital líquido para poder paliar un poco la crisis.
Mientras tanto, en las estaciones de servicio de la región miles de personas enfilan sus vehículos para poder surtirlos de combustible, lo que se ha convertido en una misión imposible ya que cada vez que quedan sin electricidad la venta se suspende en toda la región.
Todo es un colapso y los ciudadanos han salido a las calles a protestar por los pésimos servicios públicos de que goza el estado petrolero de Venezuela, y en la mayoría de los casos, son reprimidos por los efectivos militares.