¿Venezuela está a un paso de la intervención militar?
Venezuela ha atravesado un escenario dificultoso que se intensificó a partir del 23 de febrero, fecha en la que entraría la ayuda humanitaria solicitada por la oposición venezolana para hacerle frente a la crisis que atraviesa el país. Pero las acciones tomadas por el gobierno de Nicolás Maduro ante la negativa de recibir este apoyo internacional ha dado pie para que sea considerada una posible intervención militar.
Los hechos ocurridos en el estado Bolívar, debido a los enfrentamientos entre efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y los pemones, el incendio por parte de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) de dos gandolas que contenían ayuda humanitaria en el lado venezolano del puente Francisco de Paula Santander, las denuncias de presuntas liberaciones de presos venezolanos para “defender la soberanía nacional” y la alta tensión en las fronteras han sido los protagonistas de los últimos días.
¿Sigue una intervención militar?
Milagros Betancourt, embajadora retirada y profesora de Derecho Internacional de la Universidad Católica Andrés Bello (Ucab), consideró que una intervención es un escenario que hasta los momentos no es posible que pueda darse, debido a que no están los parámetros dentro del derecho internacional como para que esto pueda ser planeado.
«Lo que pasa es que hay mucha expectativa cuando se dice que están todas las opciones sobre la mesa y la gente cree que eventualmente Estados Unidos desplegará un portaviones y llegarán los marines», explicó la docente.
Sin embargo, a juicio del especialista en derecho internacional, Mariano de Alba, la repuesta que ha tenido el gobierno de Nicolás Maduro ante la ayuda humanitaria “potencia la amenaza de una intervención militar en Venezuela”.
“Dudo que una intervención sea inminente, pero hoy sí es más probable en el corto plazo. Ahora va a ser mucho más patente la amenaza de la intervención, con todas las implicaciones que ello conlleva, incluyendo la reacción y movimientos del régimen de facto”, escribió De Alba en su cuenta de Twitter.
Mi impresión, por declaraciones de funcionarios civiles y militares de #Brasil y #Colombia, es que en dichos países hay reticencia a una intervención. Por eso el presidente (e) Guaidó declara necesidad de mantener todas las opciones abiertas y destaca reunión con el VP de #EEUU.
— Mariano de Alba (@marianodealba) February 24, 2019
El especialista agregó que una intervención en Venezuela “no depende de la verificación de la violación de un tratado internacional por parte de un grupo de países, depende de la decisión sobre la necesidad de esa operación militar, por consideraciones políticas y morales, pero prácticamente nunca legales”.
El abogado y ex embajador, Emilio Figueredo, consideró que “ya el pueblo habló y la comunidad internacional los apoya, pero está en manos de los ciudadanos crear las condiciones para el cambio”.
“Los que piden intervención militar ya no parecen entender que esa no es una decisión que le corresponde al presidente encargado Juan Guaidó, sino a cada uno de los gobiernos que estén decididos a llevarla a cabo, y lo harán si sus respectivas opiniones públicas y políticas apoyan ese tipo de acción”.
Cuando algunos países rechazan el uso de la fuerza y exigen una solución pacífica a la crisis venezolana, cabe preguntarles qué sucede cuando el uso de la fuerza es el que está empleando Maduro para subyugar el ansía de libertad de su pueblo, simplemente se cruzan de brazos ?
— Emilio Figueredo (@efigueredop) February 25, 2019
La Fracción 16 de Julio del parlamento venezolano introdujo este miércoles una propuesta ante la secretaria de la Asamblea Nacional donde piden se autorice una “intervención de una misión militar de paz internacional” en el país.
“Ante la imposibilidad de que el Presidente encargado de Venezuela pueda cumplir su obligación de satisfacer la demanda urgente del pueblo de medicinas y alimentos porque el usurpador se lo impide, se fundamenta está solicitud que hace la Fracción 16 de Julio”, así lo declaró el diputado Omar González.
Pronunciamientos de la comunidad internacional
El secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, dijo que “los días de Nicolás Maduro están contados”, y recordó que “todas las opciones están sobre la mesa” para restaurar la democracia en Venezuela por lo que su país “tomará medidas” tras el “trágico” día del 23 de febrero.
“Todas las opciones están sobre la mesa. Vamos a hacer las cosas que son necesarias para asegurar (…) que la democracia se impone y que hay un futuro más brillante para el pueblo de Venezuela”, sostuvo Pompeo en una entrevista en la cadena Fox, al ser preguntado por la posibilidad de una intervención militar.
The U.S. will take action against those who oppose the peaceful restoration of democracy in #Venezuela. Now is the time to act in support of the needs of the desperate Venezuelan people. We stand in solidarity with those continuing their struggle for freedom. #EstamosUnidosVE pic.twitter.com/XfLEsyT6Rj
— Secretary Pompeo (@SecPompeo) February 24, 2019
Asimismo, el vicepresidente de los Estados Unidos, Mike Pence, aseguró que el «régimen» de Nicolás Maduro se debilita día a día, luego de que militares desertarán a Colombia, por lo que hizo un llamado a los que aún se encuentran en las filas de la armada defendiendo al Gobierno de Venezuela a apegarse a la Constitución.
Estados Unidos también pidió en el Consejo de Seguridad de la ONU que se inicie un “proceso político pacífico” en Venezuela que lleve al país a unas elecciones presidenciales “libres, justas y creíbles”, con observadores internacionales, así como el acceso de la ayuda humanitaria.
Durante el debate sobre Venezuela en la ONU, el representante de Estados Unidos, Eliot Abrams, calificó al gobierno de Nicolás Maduro como «incompetente y corrupto que solo ha traído desestabilización a las fronteras». Asimismo aseguró que mientras más tiempo se quede Maduro en el poder, “más va a oprimir al pueblo venezolano”.
“Nos preocupa mucho la seguridad del Presidente Juan Guaidó y su retorno a Venezuela. Es nuestro obligación garantizar que pueda volver a su país de manera segura”, sostuvo el estadounidense.
El presidente de Perú, Martín Vizcarra, se alejó de esta posibilidad e indicó que quienes tienen que sacar a Maduro son los venezolanos.
Estoy seguro que gradualmente se darán también cuenta de que lo mejor para Venezuela es que regrese a una democracia real, pero es un proceso propio que tiene que darse, y no creemos que el camino sea apresurar a través de una intervención militar.
El gobierno de Chile también reiteró su respaldo a una salida política e insistió que “no está disponible para apoyar alternativas que no sean pacíficas”.
De la misma forma se manifestó el Gobierno de Brasil: en contra de una salida militar a la crisis venezolana.
Por eso mismo, seguimos trabajando por vías diplomáticas, en diálogo con la comunidad internacional.
Por su parte, el presidente de Costa Rica, Carlos Alvarado, reafirmó la posición de su gobierno de encontrar una «salida en paz» para superar la crisis política en Venezuela y rechazó cualquier intervención militar.
La posición histórica y constitucional de Costa Rica no va a variar, Costa Rica no puede y no debe apoyar ninguna intervención de orden militar.
Costa Rica hace un llamado al cese de la violencia en Venezuela y rechaza categóricamente una intervención militar. Abogamos por una salida política, pacífica y por una ruta institucional.
— Carlos Alvarado Quesada (@CarlosAlvQ) February 25, 2019
De igual manera, la Comisión Europea (CE) insistió que «hay que evitar una intervención militar en Venezuela», después del pronunciamiento del presidente encargado Juan Guaidó de mantener «todas las opciones sobre la mesa».
El ministro español de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, también rechazó que la medida para abordar la situación en Venezuela sea una intervención militar extranjera: “Esa no es una solución”.
Una parte de la población venezolana podría estar a la expectativa de una intervención militar ante la interpretación a la declaración de EEUU de que «todas las opciones están sobre la mesa», y aunque cada vez más países han manifestado su deseo de que la situación en el país sea solucionada por vías pacíficas, al entender de los analistas realmente una decisión que deberán tomar los gobiernos que estén dispuestos a llevarla a cabo y asumir las consecuencias que podría acarrear.