Urosa Savino celebra próxima beatificación de la monja Carmen Rendiles
El arzobispo de Caracas, Jorge Urosa Savino, celebró hoy que la monja Carmen Rendiles será «elevada a los altares» tras conocerse que el papa Francisco firmó este martes el decreto para su próxima beatificación, después de que se confirmara la realización de un milagro.
«Es una inmensa alegría para toda la iglesia católica de Venezuela, y muy especialmente, para la Arquidiócesis de Caracas, anunciar que el Papa Francisco ha firmado el decreto por el cual se aprueba la próxima beatificación de la Madre Carmen Rendiles Martínez, fundadora de la congregación religiosa Siervas de Jesús», dijo el arzobispo en un comunicado.
En el escrito se indica que el pasado 21 de noviembre fue aprobado por la Santa Sede un milagro de la religiosa caraqueña (1903-1977) que consistió en la curación «instantánea, perfecta, estable y duradera» de la médico venezolana Trinette Durán de Branger ocurrida el 18 de julio de 2003.
El arzobispo de Caracas envió sus felicitaciones a la Congregación Siervas de Jesús, fundada por la Madre Carmen, «por el incansable y laborioso trabajo realizado a través de la comisión que lleva el proceso de beatificación y canonización».
En el comunicado se informa que Rendiles, que se convertirá en la tercera beata venezolana, ya había sido reconocida en 2012 cuando el papa Francisco reconoció las «virtudes cristianas en grado heroico», declarándola «venerable» de la iglesia, y en 2014 se inició el estudio del entonces «presunto» milagro.
El Milagro
La médico venezolana Trinette Durán de Branger pidió un milagro a la Madre Carmen al temer que perdería su brazo derecho, que se vio severamente afectado por una descarga eléctrica que recibió cuando operaba a un paciente de un tumor en el colon.
Durán consultó con más de veinte médicos que no lograron ayudarla y cuando faltaban solo horas para someterse a una intervención que podía dejarla sin su brazo pasó por el Colegio Belén de las Siervas de Jesús, en Caracas, fundado por la Madre Carmen, y allí otras religiosas le aconsejaron pedirle un milagro a la célebre monja.
La médico cuenta, según el comunicado del arzobispo de Caracas, que de un retrato de Rendiles al que le oró por el milagro, salió un rayo de luz que llegó hasta su hombro y le produjo un intenso calor en su brazo y lo libró de todos los padecimientos.
Después de este suceso, Durán supo que la madre Carmen había nacido sin su brazo izquierdo «lo que no le impidió actuar con normalidad desde pequeña».