Trabajadores del HUC se declararon en paro hasta que «el gobierno responda»
El personal obrero del Hospital Universitario de Caracas (HUC) se declaró en paro laboral este lunes 12 de agosto como una señal de protesta para exigir un aumento del salario, revisiones en el contrato colectivo y dotación de insumos.
Los camilleros, camareras, cocineros, auxiliares de laboratorio, personal de limpieza y de seguridad se mantendrán de «brazos caídos» hasta obtener una respuesta del gobierno.
Durante la actividad de protesta, el secretario del Sindicato de Clínicas y Hospitales de Caracas, Mauro Zambrano, hizo un llamado a todo el gremio de la Salud a que se unan a las actividades que van a convocar en los próximos días porque asegura que no pueden seguir trabajando en condiciones deplorables.
«No podemos hacer el mantenimiento adecuado al hospital porque solo tenemos agua y no hay productos de limpieza, tampoco tenemos alimentos que ofrecerles a los pacientes», comentó Zambrano.
El líder sindical aseguró que las únicas áreas en las que se mantendrán activos serán: los quirófanos, la unidad de cuidados intensivos, las salas de recuperación y el área de emergencia.
«Los camilleros se mantendrán activos para atender los casos urgentes. Nosotros no queremos ser cómplices de lo que sucede en el hospital porque los pacientes llegan con una enfermedad y salen con otra», señaló Zambrano.
«No nos queda otra opción que paralizarnos», sentenció.
Por amor al arte
Una denuncia que se ha vuelto recurrente en el gremio es que los salarios que devengan no son suficientes para poder cubrir sus gastos de alimentos, transporte, uniformes, educación y salud.
«Con el sueldo que ganamos ya no podemos ni venir a trabajar. Por ejemplo, hoy amanecieron más caros los pasajes», manifestó Dennis Guédez, delegado del Sindicato de Clínicas y Hospitales de Caracas.
Guédez considera que dolarizar la remuneración mensual les permitiría poder costear sus necesidades básicas, cosa que se les hace imposible pues actualmente solo reciben 45.000 bolívares.
«Nosotros trabajamos ad honorem porque con eso que nos pagan no podemos ni comer. Con 100 dólares podemos sobrevivir. No podemos seguir ganando bolívares cuando aquí todo es en dólares», dijo Guedez.
El personal obrero requiere que se haga una revisión al contrato colectivo porque los beneficios que están allí planteados están alejados de la realidad que se vive en el país.
«Nos asignaron becas escolares en 2.000 bolívares, utiles para nuestros hijos en 2.000 bolívares y juguetes en 3.000 bolívares. ¿Quién puede sobrevivir con eso?», comentó el vocero.
«Somos los esclavos del siglo XXI», afirmó.
Laboratorio trabaja a medias
En cuanto a la situación en la que se encuentra uno de los principales nosocomios de la ciudad capital, los trabajadores alertaron que no se ha hecho una inversión en el mismo desde septiembre del año pasado.
Jazmín Chaparro, auxiliar de Laboratorio, indicó que están trabajando por su amor a la institución y que por los momentos en su área «solo se están realizando pruebas de orina y de heces debido a la falta de reactivos».
«No queremos dejar morir a los pacientes», alertó.
Para ella, la falta de atención por parte del Ministerio de Salud ha sido clave, ya que de haber una mayor inversión el hospital no hubiese llegado a este estado.
«Lo peor que me ha tocado vivir fue ver morir a un compañero porque tenía un problema del corazón y aquí no había como atenderlo, aquí no sirven ni siquiera las ambulancias», advirtió Chaparro.
Pacientes afectados
Una de las camareras, que prefirió no identificarse por miedo a represalias, contó que los pacientes que están hospitalizado en el HUC no cumplen con las dietas que deben consumir según su patología.
«El gobierno dice que los hospitales están dotados de todo pero yo en mi carro de comida les llevo en la mañana un bollito con leche, al mediodía lentejas con arroz. Esta semana por lo menos no nos han garantizado el menú», dijo la trabajadora.
«No hay ascensores. En los laboratorios no hay reactivos. No hay solución 0.9%, no hay radiografías», detalló.
La alternativa a la que deben recurrir los familiares de quienes se encuentran allí es llevar sus alimentos desde su hogar. Quienes tienen las posibilidades económicas cumplen con las indicaciones de los licenciados en nutrición, de lo contrario se alimentan con lo que pueden.
El agua también está escasa en el centro de salud. Dos veces a la semana un camión cisterna llena los tanques. Sin embargo, la camarera contó que hay personas que trabajan como cargueros de agua a los pisos más altos y los familiares de los pacientes o los médicos les pagan por ello.
«Con una carretilla llevan tobos del agua desde el piso 1 al 11», explicó.
«De ocho ascensores que hay en el HUC solo funciona uno y allí se traslada la comida y los pacientes, pero esto es a veces porque cuando no se le hace mantenimiento, falla. Ya se ha desprendido en varias oportunidades», dijo Nicolás Ravelo, quien trabaja en el área de electricidad.
Según Ravelo desde hace más de cinco años que la directiva de la institución no les aprueba los presupuestos para comprar los repuestos y hacer las reparaciones en el área del hospital que lo requieran.
«Los pisos 11,10, 6, 5 así como el sótano están cerrados», relató el trabajador, quien asegura que hay varios pisos que del HUC que se encuentran fuera de servicio por las fallas en los servicios públicos.