Testigos en Valencia: «Los estamos mandando vivo, que después no aparezca muerto»
Luis Alejandro Bolívar, de 37 años, salió a marchar este 23 de febrero desde el sur de Valencia, y no llegó a su casa porque deberá pasar unos días en el hospital tras ser herido por una bomba lacrimógena que le impactó en la cabeza cuando unos guardias nacionales reprimían la marcha en la avenida Universidad de Naguanagua. Otras dos personas también resultaron heridas de gravedad, entre ellas, un estudiante de Derecho que perdió un ojo producto, presuntamente, de una metra disparada por los hombres de verde.
La intención era llegar al Fuerte Paramacay para entregar una carta a los guardia, en un intento de convencerlos a deponer su actitud para que pasara la ayuda humanitaria a Venezuela, pero tres piquetes de seguridad esperaba a la multitud desde la esquina de la Villa Olímpica.
Los primeros eran oficiales de la Policía Municipal que fueron sacados a las calles sin sus armas reglamentarias, los segundos de la PNB. Ambos grupos habrían abierto el paso para que las personas llegaran al cuartel. «Nos engañaron», decían. Más adelante estaban los que comenzarían la represión.
Ya era casi la 1:00 p.m cuando los guardias empezaron a disolver la marcha. Uno de los primeros en caer fue Luis Alejandro Bolívar. Intentaron ayudarlo, pero los militares habrían ordenado dejarlo solo, cuentan testigos presenciales.
La única que lo pudo socorrer fue una señora de la tercera edad que tomó la cartera del hombre y sacó una foto de la cédula, que se hizo viral. del cuartel salió un carro militar para llevarse al herido al Hospital Universitario Dr. Ángel Larralde. «Se lo están llevando vivo. No vaya a ser que después aparezca muerto. Ustedes son los responsables de lo que le pase», les advertía la mujer.
Producto de la misma represión, cayó Moisés Cordero, un estudiante de Derecho de la Universidad de Carabobo que recibió un impacto en el ojo, aparentemente, de una metra. Sus compañeros lo cargaron y llevaron a un centro de salud. El informe médico dejaba en evidencia la actuación de la GNB: Traumatismo en ojo derecho con hematoma, pérdida de sustancia y sangramiento rojo rutilante.
Una señora de la tercera edad también fue herida y llevada a otro centro médico. Otras personas recibieron perdigonazos. Todos de menor gravedad. Mientras tanto, los asistentes a la marcha corrían en sentido hacia la Redoma de Guaparo para tratar de salir del espacio de los gases lacrimógenos. Adentro del cuartel había civiles vestidos de rojos que desde lejos miraban como reprimían al pueblo.
En Puerto Cabello también se movilizaron desde el centro hasta el Malecón donde se tenía prevista la llegada de un buque cargado con ayuda humanitaria. Allí fue el punto de concentración para políticos, exalcaldes, estudiantes y sociedad civil.
Mientras tanto, en Valencia policías de Carabobo tomaban las calles y dispersaban focos de protestas. Los militares caminaban con equipos antimotines por la avenida Universidad.