Matan a un plomero para robarle el celular
Noreidi Andrade no puede quitarse de su cabeza la imagen de su esposo agonizando en la vía pública. A él le dispararon y nadie lo auxilió. Ella tuvo que esperar dos horas a que llegara la policía científica para que hiciera la inspección y posterior levantamiento del cadáver.
Víctor Díaz (35). Así se llamaba su esposo asesinado a una cuadra del hospital Miguel Pérez Carreño. Ambos acordaron encontrarse el viernes a las 11:00 a.m. frente a la estación Teatros del Metro de Caracas para dirigirse al hospital Pérez Carreño. Ellos iban a pedir una cita para la rehabilitación de uno de sus hijos de 11 años que sufrió una lesión al caer de una platabanda.
Frente a la estación del metro tomaron una unidad de transporte público. En el trayecto se montaron un hombre y una mujer. En el camino Noreidi sacó de su cartera el celular de su esposo para leer un mensaje y lo guardó nuevamente. Cuando la pareja llegó a su destino, Noreidi caminó hacia la puerta de la unidad y el hombre que se había montado minutos antes le tocó el hombro y le dijo que le entregara el celular. La mujer que acompañaba al sujeto le trancó el paso y Noreidi se lo entregó.
Los asaltantes se bajaron de la unidad, pero Víctor indignado los siguió y le arrebató a la antisocial el celular que le había robado: un Samsung S3. El hampón que acompañaba a la mujer se volteó y le disparó en el cuello. Tras cometer el crimen la pareja de hampones se montó nuevamente en el autobús y huyeron.
Noreidi gritó para que alguien la ayudara a llevar a su esposo al hospital, pero nadie lo hizo. El cuerpo de Víctor permaneció tendido durante más de dos horas hasta que llegaron las comisiones del Cicpc. “Si alguien me hubiese ayudado a trasladarlo, tal vez estuviera vivo”, dijo.
Víctor trabajaba como plomero de forma independiente y dejó en orfandad a cinco hijos. En lo que va del fin de semana fuero ingresados 9 cadáveres a la morgue de Bello Monte.