La desaparición de un liceísta que terminó en desgracia en El Cafetal
Franco Antonio Sifontes Martínez, de 16 años, un joven que estaba cerca de graduarse de bachillerato, fue asesinado por dos adolescentes en la urbanización El Cafetal, municipio Baruta, Miranda.
Días antes los dos adolescentes robaron un teléfono inteligente a un estudiante del colegio Josefa Irausquín López, de El Cafetal, donde también estudiaba Sifontes.
Los dos involucrados fueron reconocidos por la víctima, debido a que ellos también cursaron estudios en este colegio, pero presuntamente fueron expulsados por hechos ilícitos.
Al parecer Franco le manifestó al dueño del teléfono robado que sabía quiénes lo habían hecho, por ello los dos adolescentes al verse descubiertos idearon asesinarlo.
El martes 2 de julio, en horas de la tarde, los dos adolescentes le dijeron a Sifontes que querían conversar con él, por ello lo llevaron a una zona boscosa, cercana al colegio, donde le dieron varias puñaladas, luego lanzaron su cadáver a un barranco en intentaron cubrirlo con hojas y tierra, después se fueron del lugar.
Los familiares de Franco, al desconocer su paradero, comenzaron a buscarlo en las cercanías del colegio, en hospitales y en la morgue de Bello Monte, pero no lo encontraron.
Los parientes denunciaron la desaparición en la sede Contra Bandas del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) y en medio las investigaciones lograron conocer que la última vez que vieron al joven fue en compañía de los dos adolescentes.
La comisión se trasladó hasta La Guairita, Miranda, donde capturaron a uno de los adolescentes, quien dijo a los funcionarios, donde vivía el otro implicado, pero no se encontraba en su vivienda, sin embargo, lograron detenerlo en El Paraíso.
Ambos jóvenes confesaron tras un interrogatorio que mataron al joven porque al parecer los había “delatado” luego de que robaran un teléfono. Los adolescentes llevaron a los funcionarios hasta el sitio, donde se encontraba el cadáver de la víctima.
En la casa de uno de los involucrados encontraron prendas impregnadas con sangre y el cuchillo, utilizado en el crimen.
Caso relacionado
Este no es el primer caso parecido, el pasado 13 de febrero de 2017 es recordado por el asesinato de una estudiante embarazada a manos de dos de sus compañeras de clases en Caricuao.
La víctima era Michell Longa González, de 18 años, quien tenía cuatro meses de gestación, y fue atacada a golpes en la entrada de su vivienda, situada en el bloque 18, de la UD5.