Inseguridad le resta vida a bulevares de la ciudad
Después de las 6:00 p.m., el sonido de los candados y de las santamarías indica el cierre de los comercios. A partir de las 10:00 p.m., según los dueños de los locales, los efectivos de la Guardia del Pueblo que custodian las afueras de la estación del Metro y las cercanías del centro comercial El Recreo se marchan. Los cafés y las fuentes de soda que antes laboraban hasta la madrugada redujeron el horario hasta las 11 p.m. debido a la inseguridad.
Según Juan Contorianos, presidente de la asociación de comerciantes del bulevar, la escasa iluminación en la zona agrava la situación en horas nocturnas. «En el lugar operan dos bandas que en el último mes han desvalijado al menos 15 comercios. Aprovechan que hay tramos oscuros y la ausencia de efectivos en la madrugada para violentar candados e irrumpir en negocios. El hecho más reciente se produjo la semana pasada, cuando la boutique Niki Niki fue víctima de un hurto. Unos sujetos irrumpieron a las 3:00 a.m. y cargaron con cajas de mercancía».
En horas de la mañana han ocurrido atracos a mano armada, aunque hay unos 15 efectivos de la Guardia en los puntos de control y efectuando recorridos. (Los antisociales) «Se hacen pasar como clientes, entran a los negocios, dicen que se van a llevar un determinado artículo y cuando van a pagar, interceptan al encargado. En diciembre y hace tres meses fui víctima de un asalto bajo ese mismo modus operandi. Cuando avisé a los funcionarios, los sujetos huyeron por la Solano».
Los arrebatones de celulares y de carteras son ya una costumbre en Sabana Grande. Sin embargo, Contorianos reconoce que Pdvsa La Estancia, (institución que se encargó de su recuperación con una inversión de Bs 70 millones en el 2000) mantiene el lugar en buenas condiciones. «El servicio de recolección de basura se realiza con regularidad y niños y adultos cuentan con parques infantiles y biosaludables para su esparcimiento. Se hacen actividades culturales en épocas especiales y fines de semana».
Condiciones en el Centro En el centro de Caracas el bulevar de la esquina de La Marrón es escenario de enfrentamientos entre grupos delictivos que han ocupado las edificaciones de la zona. «La vitrina de una boutique de ropa de damas tiene una marca de un impacto de bala. Y es que el 31 de diciembre sujetos provenientes de las residencias invadidas en el Centro sostuvieron un enfrentamiento. En la semana es común verlos en la acera lijando cuchillos y a la caza de clientes. Una vez que los clientes salen de hacer sus compras los interceptan», reseñó Juana Andrade, gerente de un negocio.
El dueño de un local un poco más arriba de La Marrón, quien mantuvo su nombre en reserva, relató que paga Bs 5 mil a los sujetos que residen en los edificios invadidos para que no lo roben. «Decidí negociar con ellos hace dos meses, cuando empezó la fuerte ola de hurtos y atracos. A un negocio vecino le hurtaron más de Bs 200 mil. Antisociales rompieron la tubería, excavaron el subsuelo y a través de una toma de agua irrumpieron en el local».
Catia: «cacería» en los bancos
El bulevar de Catia fue intervenido por la alcaldía Libertador en 2009. Las obras incluyeron el desalojo de buhoneros, reacondicionamiento de baldosas, ornato y bancos. Sus instalaciones lucen limpias y hay espacios recreativos para niños, pero la inseguridad sigue siendo el talón de aquiles, pese a que hay cuatro funcionarios de Policaracas patrullando el área.
«Aquí hay cinco bancos y los antisociales en grupos de tres, cazan a comerciantes cuando van a hacer transacciones, y a los clientes. Dos actúan como campaneros, cazan a la víctima dentro de la entidad bancaria, la siguen y a través de un mensaje de texto le avisan a un tercer sujeto que espera afuera para emboscarlo», explicó Lorena González, comerciante.