Sociedad Venezolana de Infectología rechazó el uso de vacunas experimentales contra el coronavirus

El vicepresidente de la Sociedad Venezolana de Infectología (SVI), Manuel Enrique Figuera, aseguró que la administración de Nicolás Maduro quiere traer al país “vacunas experimentales”, las cuales no han sido totalmente desarrolladas, para enfrentar la segunda ola de coronavirus en el país. 

“No hay voluntad de traer las vacunas, y las que quieren traer son experimentales y todavía no están totalmente desarrolladas”, dijo Figuera, durante una entrevista con el periodista César Miguel Rondón. 

Además, manifestó que “no ha habido voluntad de las autoridades para que las vacunas lleguen a Venezuela”. 

Aseguró que la nueva ola de contagios “está siendo mucho más severa”, en comparación a la situación registrada el año pasado, según los datos proporcionados por el Ejecutivo nacional.

Sin embargo, advirtió que el panorama “debe ser unas siete o diez veces más fuerte de lo que reflejan esas cifras oficiales”. 

Figuera indicó que, desde hace cuatro semanas, varios centros de salud pública y privada han dejado de realizar pruebas de diagnóstico a los pacientes hospitalizados, “muchas personas fallecen sin hacerse la prueba”, aseveró. 

“Parece que no hay una voluntad en las autoridades de contar los casos como son, lo cual genera una falsa impresión de que el problema no es tan severo como realmente lo está siendo”, agregó. 

Asimismo, sostuvo que “estamos en una circunstancia de mortalidad tan alta, que la morgue de Bello Monte en Caracas está saturada de personas que están falleciendo por problemas respiratorios”. 

“En las últimas semanas de marzo, más de 30 profesionales de la salud fallecieron y no entraron dentro de las estadísticas oficiales”, denunció. 

De igual manera, detalló que el coronavirus “está resultando ser una infección prevenible con vacunas, y en Venezuela la gente está muriendo sin ser vacunada”. 

“Las autoridades del país siguen bloqueando, por razones no científicas, las vacunas de AstraZeneca, cuando ya la Agencia Europea estableció que los riesgos de trombosis no contrarrestan la protección de la vacuna”.