Simulacro del CNE fue una jornada para activar el Carnet de la Patria
En Caracas, el simulacro de la Asamblea Nacional Constituyente organizado por el Consejo Nacional Electoral para este 16 de julio fue un proceso para activar el Carnet de la Patria y para preparar la maquinaria oficialista de cara a las elecciones del 30 de julio.
En la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV), único punto establecido por el CNE en la parroquia San Pedro de Caracas, el ensayo Constituyente comenzó a las 7 de la mañana. Paraguas, caras serias y muchos adultos mayores podían verse en el ambiente. Mientras, a pocos metros, en la Universidad Central de Venezuela (UCV) otros ciudadanos votaban en la consulta popular organizada por la oposición.
Los movilizadores, personas encargadas de la logística oficialista para el proceso electoral Constituyente, afirmaban que todo el que acudía al simulacro lo hacía porque creía en el Gobierno y en la Revolución. Sin embargo, la mayoría de las personas fueron con sus Carnets de la Patria en mano en la búsqueda por ser beneficiarios del mecanismo diseñado por el gobierno para controlar el acceso a las misiones sociales.
«Todo el que está aquí se sacó su carnet de la patria. Todo el que está aquí va a votar el 30 de julio», decía una de las responsables de la logística.
Al entrar, las personas debían hacer una cola, sentarse en unas pocas sillas, volver a levantarse, ir a otra cola, entrar al edificio, volver a sentarse y luego subir a practicar cómo votarán en una de las cinco máquinas dispuestas por el CNE. Todo esto bajo las órdenes de efectivos militares del Plan República, que también ensayaba —con 4.000 uniformados en todo el país— para los comicios impulsados por el presidente Nicolás Maduro.
Al bajar del edificio, al cual los periodistas no podían entrar por mandato de la Fuerza Armada, los participantes se dirigían a unas mesas, los anotaban en una lista y sus respectivos Carnets de la Patria eran escaneados y activados a través de sus códigos QR. Nombres, cédulas, correos, números de teléfono e incluso centros de votación eran registrados.
«Después de que ejerció su voto con su cédula, aquí le activamos el Carnet de la Patria; lo registramos como que votó y ya», revelaba Ana Núñez, responsable de la técnica electoral del equipo político del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
Preguntada sobre la finalidad de la activación del carnet, Núñez afirmaba que era para llevar un registro propio: «Se activa porque somos militantes del PSUV, del Polo Patriótico. Somos creyentes en el proceso revolucionario y queremos la Constituyente. Se les activa para efectos nuestros, de que votamos y registramos».
En paralelo, otros de los movilizadores —representantes de los Consejos Comunales, de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP), del Congreso de la Patria, de los Órganos para la Defensa Integral (ODI) y del sector de los pensionados— se acercaban a los presentes. «¿De dónde vienes? ¿Cuál es tu centro de votación? ¿Tienes cómo ir a votar? Anótate, porque te podemos llevar hasta tu centro», decían a las personas en cola.
«Hay muchísima motivación»; «las colas hablan por sí solas» y «esto superó nuestras expectativas» eran las frases con las que una organizadora del PSUV describía el proceso —ante un Sol inclemente y un gran silencio— en horas del mediodía. Mientras, en la calle del frente, personas con banderas de Venezuela pasaban en caravanas con música invitando a todos a participar en la consulta de la Mesa de la Unidad Democrática y rechazar la Constituyente.