Colapsaron los servicios gratuitos que ofrecía la Universidad de Carabobo
«Las universidades están en la misma situación que el país», así se expresó Jessy Divo de Romero, rectora de la Universidad de Carabobo (UC), para describir el estado en el que se encuentra esta casa de estudio.
Cada vez son más las denuncias que hacen estudiantes, personal administrativo y también personal docente, en cuanto a los obstáculos que deben enfrentar para poder realizar sus labores en los centros educativos del país.
La falta de inversión y el colapso de los servicios públicos azotan día a día, afectando por completo el desempeño de universidades públicas y privadas. Constantes cortes de luz, fallas en el suministro de agua y colapso en los medios de transporte.
Transporte
Cuando se trata del interior del país, la situación se agrava. Trasladarse se vuelve complicado porque el servicio de transporte privado que tienen las universidades es casi nulo, ya que no cuentan con las unidades suficientes para cubrir la demanda.
En el caso de la UC, Divo de Romero aseguró que «el transporte está completamente paralizado por la falta de repuestos en el país y porque además no cuentan con los recursos suficientes para adquirir los mismos».
Recientemente, Marlon Díaz, presidente de la Federación de Centros Universitarios de la UC, indicó que el Ministerio de Educación Universitaria aprobó un presupuesto de 49 millones de bolívares para invertir en esta área, pero el mismo no es suficiente ya que «con ello solo se pueden reparar entre seis y ocho unidades».
En la actualidad solo se mantienen activos dos autobuses de los 80 que tienen en la universidad, 60 de estos se encuentran en la sede de Valencia y las otras 20 en La Morita, estado Aragua.
Alimentación
Según la información suministrada en la página web de la UC, el servicio de comedor debería tener un funcionamiento entre las 10:00 am y las 6:15 pm cubriendo almuerzo y cena de los estudiantes.
Sin embargo, la rectora denunció que el mismo no ha funcionado en lo que va de año, «el presupuesto que nos asignan es de al menos 7 millones de bolívares al año y con eso no se puede cubrir la necesidad de una población de al menos 44.000 personas y de un comedor que tendría aproximadamente 6.000 usuarios diarios».
Algunos de los estudiantes que hacían uso del mismo dejaron de asistir a la universidad porque su alimentación dependía de ella, debido a la crisis económica que atraviesa el país.
Aulas sin estudiantes
La deserción estudiantil es una de las denuncias que más realiza el sector, debido en su mayoría a la disminución en el poder adquisitivo de los venezolanos y al hecho de que a la hora de hacer gastos, deben priorizar entre alimentación, salud y educación.
«Aproximadamente 37% de los estudiantes abandonaron las aulas porque se van del país o porque no están en las condiciones para cubrir con sus necesidades básicas», dijo Divo de Romero.
Lo mismo ocurre con el cuerpo docente y administrativo que percibe bajos salarios y no cuenta con un servicio de salud óptimo que le permita además cumplir con sus funciones.
Sobre los nuevos ingresos, la máxima autoridad de la UC señaló que continúan recibiendo solicitudes de bachilleres recién graduados para inscribirse, sobre todo en las carreras de Medicina, Derecho e Ingeniería.