El 29 de julio de este año el capitán Rafael Acosta Arévalo se desmayó en un Tribunal Militar, donde fue llevado para su presentación por supuesta conspiración contra el régimen de Nicolás Maduro. Visiblemente golpeado e imposibilitado de levantarse de la silla de ruedas en la que se encontraba horas más tarde era reportado muerto.
Su esposa, sus abogados y el grueso de la oposición denunciaron que la muerte de Acosta Arevalo había sido por torturas y señalaron a Maduro como el autor intelectual de este hecho. Denunciaron también las reiteradas torturas que ocurren en los calabozos de la Dirección de Contrainteligencia Militar (DGCIM), donde se encuentran encarcelados mayoritariamente los militares acusados de traición a la patria.
En la Unión Europea también se supo del capitán Acosta Arévalo. Cuando se confirmó su asesinato alzaron su voz representantes del viejo continente, pero este viernes, finalmente, actuaron al sancionar a cuatro de los nueve funcionarios involucrados en el caso.
Estos son los sancionados
Hannover Esteban Guerrero, es coronel del Ejército y fue el número 60 de de su promoción en 1996. Ocupó el cargo de Director de Investigaciones de la DGCIM y trabaja bajo el mando del director del organismo Iván Rafael Hernández Dala.
Rafael Ramón Blanco, es director Adjunto de la DGCIM y fue ascendido a de General de División el pasado 5 de julio por Nicolás Maduro en su función de Comandante en Jefe de la FANB. Esto ocurrió apenas seis días después de la muerte del capitán Acosta Arévalo.
Alexander Enrique Granko, es un mayor de la Guardia Nacional Bolivariana. Bajo su mando está la Unidad de Asuntos Especiales de la DGCIM y obviamente también responde a Hernández Dala.
Rafael Antonio Franco Quintero, tiene el rango militar de coronel del Ejército y se desempeñó como director de Investigaciones de la DGCIM, se sabe que comandaba la sede en Boleíta.