¿Qué pasa adentro del CNE mientras se enfoca la baranda?
Parece que no sucede nada. Mientras las cámaras de televisión se enfocan en la baranda que se abre en la segunda planta del edificio de arquitectura moderna del Consejo Nacional Electoral (CNE) porque ya los cinco rectores subieron a la sala de totalización a recibir el corte final que será leído, en la carpa de los medios todos clavan su mirada en el celular.
El aire acondicionado tiene la temperatura menos caribeña posible y aún así los dedos de los periodistas locales, los corresponsales extranjeros e incluso del propio personal del Poder Electoral no paran de teclear en el chat. Allá afuera todos quieren saber los números de los resultados no confirmados que se corren en el CNE y aquí adentro, todos quieren saber si alguien maneja algún otro resultado anticipado diferente.
A un costado, los enviados de la Unión Suramericana de Naciones (Unasur) parecen ser los únicos que conversan sobre cualquier otro tópico que no sea la elección en sí. Entre los periodistas, en cambio, no hay quien no intercambie números, expresiones de asombro y alguno que otro “yo no me lo creo”.
Tan cerca de conocer quién ganó y quién perdió en las votaciones de este domingo, nadie menciona los otros números que importan: la participación y la abstención de un padrón que contaba con 19.496.365 electores registrados para ratificar o cambiar a los integrantes de la Asamblea Nacional, ese recinto donde pocos saben que se pueden hacer más cosas que dar comunicados de apoyo, aprobar créditos adicionales al presupuesto nacional o levantar la mano para que nazcan nueva leyes habilitantes.