«Que no muera un niño más en el J.M.» exigen Cecodap y Prepara Familia
El Centro Comunitario de Aprendizaje (Cecodap) y la organización Prepara Familia (PF) exhortaron al gobierno de Nicolás Maduro y al Ministerio de Salud (MS) a que «asignen» un presupuesto al Hospital José Manuel de los Ríos que permita garantizar la calidad de vida de todos los pacientes.
«Esperamos que el Estado asigne un presupuesto especial al J. M. De los Ríos para mejorar el servicio que se presta y que no muera un niño más puesto que solo en el servicio de Nefrología han fallecido 32 niños entre 2017 y 2019», comentó Carlos Trapani, abogado y coordinador de Cecodap.
El pasado miércoles 21 de agosto, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (Cidh) extendió las medidas cautelares, solicitadas en octubre del año pasado, a 14 de los 34 servicios que hay en el hospital.
Crisis expuesta
«Aunque sabemos que con las medidas cautelares no vamos a conseguir que haya una dotación inmediata de insumos, esto sirve como un punto de partida para que el Estado asuma la crisis del sector salud y sobretodo en el área pediátrica», comentó Trapani.
El 21 de octubre de 2018, ambas organizaciones hicieron una petición a la CIDH en la que expusieron todas las denuncias que han realizado pacientes, familiares y parte del persona que labora en el hospital.
«El Estado mata por omisión y por estar silente,queremos que el J.M. le garantice calidad de vida a los niños y que se tomen las medidas necesarias para ofrecerles una solución porque ellos no pidieron enfermarse», manifestó el abogado.
Mes a mes Cecodap y PF envían una actualización a la Cidh en la que se describe la situación de lo servicios de: Cardiología, Hematología, Neumonología, Medicina II, Medicina III, Anatomía Patológica, Centro de Lactancia, Consulta Externa y Triaje, Neurocirugía Pediátrica, Pediatría Integral, Nutrición, Medicina de adolescentes y Neurología pediátrica.
Más de 1000 pacientes crónicos y 100 pacientes que asisten regularmente al centro de salud están amparadas bajo las medidas otorgadas por la Cidh que exigen al gobierno «cumplir con su obligación», afirmó Trapani.
- Adoptar las medidas necesarias para garantizar la vida, integridad personal y salud de los niños, niñas y adolescentes.
- Adoptar las medidas necesarias a fin de asegurar las condiciones de salubridad y seguridad.
- Concertar las medidas a implementarse con los beneficiarios y sus representantes.
- Informar sobre las acciones adelantadas tendientes a investigar los hechos que dieron lugar a la adopción de la presente resolución.
Trapani aseveró que no descartan extender la solicitud a otros espacios del nosocomio y además acudir a otras instancias internacionales, hasta lograr que se cumpla con lo exigido pues «ya agotaron todos los recursos internos que se podían utilizar en el país».{
El coordinador de Cecodap hizo un llamado a todos los padres, representantes, médicos y enfermeras a que sigan ofreciendo sus testimonios para poder demostrar la realidad.
«El sistema de salud venezolano condena a muerte y la hace aún más dolorosa por eso queremos que hagan sus denuncias, queremos evitar más muertes», alertó.
Denuncias
Este lunes en una rueda de prensa, Trapani denunció la grave situación que atraviesa el hospital pediátrico más importante del país. La falta de servicios públicos, ausencia de insumos y deserción de personal, son solo algunos de los problemas que no permiten que el J.M. se encuentre 100% operativo.
«El hospital se mantiene gracias a las donaciones, la mística de las madres y la vocación del personal médico y enfermeras porque allí no hay insumos para atender a los pacientes, no hay ni siquiera una ambulancia», manifestó Trapani.
Judith Bront, abogado de Prepara Familia y madre de Samuel (quien era paciente del servicio de Nefrología y falleció a causa de una infección) aseguró que todas las áreas del nosocomio presentan las mismas fallas.
«La terapia intensiva solo cuenta con un ventilador, lo que complica la estadía de los niños y no hay rayos X desde hace unos 3 o 4 años obligando a las madres a buscar este servicio en otros centros, arriesgando la vida del paciente dijo Bront.
No queremos que muera un niño más por medicamentos
Para realizar todo lo que tiene que ver con tomografías, imagenología y exámenes, los pacientes deben acudir a los servicios de salud privada que en la mayoría de las ocasiones no pueden costear.
Desde hace dos años se paralizó el servicio de trasplantes en este instituto de salud, causando la muerte de cuatro niños solo en el servicio de Hematología.
Según Vicky Fernández, madre de Andrés Fernández (adolescente de 15 años que falleció el pasado lunes 19 de agosto a causa de un edema pulmonar), denunció que ese día «ni siquiera había sangre para que el sobreviviera».
«Mi hijo tenía 14 años asistiendo al J.M. de los Ríos para someterse a su diálisis y la semana pasada no hubo como atenderlo, en el banco de sangre no había bolsas», aseveró Fernández.
Sus últimas palabras fueron: mamá ya no quiero más, déjame descansar
La Sociedad Médica del Hospital indicó que en la actualidad solo hay 80 camas operativas y hasta mayo de este año solo dos de los siete quirófanos están activos.
Las operaciones pautadas fueron suspendidas por las irregularidades en el suministro de agua potable, ahora solo se hacen cirugías de emergencia porque, además no hay suficientes anestesiólogos.
«También alertamos sobre la deserción del personal médico a causa de los bajos salarios y las condiciones de trabajo», dijo el coordinador de Cecodap.
La migración de médicos y enfermeros son Quirúrgica, Heodinamia, Hematología y Anatomía Patológica. Solo en el 2018 renunciaron 400 personas de estas áreas.
El programa de alimentación también se ha visto afectado y por las organizaciones exigen que parte del presupuesto también se reasigne a ello. «Hay niños que necesitan una dieta especial y no la pueden cumplir, al J.M. van madres adolescentes que a veces llegan a consulta sin desayuno», señaló Trapani.
El MS suspendió la alimentación a las madres y mujeres cuidadoras de los niños que están allí hospitalizados y también a los médicos residentes. Diversas organizaciones realizaban labor social en este centro de salud pero no les permiten la entrada.
