Pompeyo: “Siempre he enfrentado a dictaduras y a gobiernos militaristas”
Hoy, Pompeyo Márquez está cumpliendo 93 años de edad. Nacido en Ciudad Bolívar el 28 de abril de 1922, se crió en Caracas donde estudió primaria y secundaria. En 1936 se incorporó al Partido Comunista de Venezuela (PCV), en cual se formó políticamente.
Con 93 años de vida y 79 años de actividad política, Pompeyo es uno de los dirigentes en el mundo con la más larga trayectoria en la “arena”.
Ha sobrevivido a presidentes, dictadores, la internacional, la lucha guerrillera, la clandestinidad, las persecuciones, la cárcel, el exilio, la guerra fría, los extensos debates parlamentarios, los consejos de ministros, campañas electorales, conspiraciones, y cualquier otra cantidad de actividades que los políticos suelen realizar.
El sábado pasado le visitamos en su residencia en Caracas para conversar sobre su visión de la realidad venezolana y sus expectativas.
Justo al pasar la puerta de entrada de su acogedor hogar, en una pared a mano izquierda, cuelga un afiche del artista Régulo, con dibujos alegóricos a un pensamiento de Pompeyo Márquez de 1949: “Ninguna lucha se pierde, deja sus huellas y proyecciones, en especial cuando sus banderas son justas como es el caso de la lucha por la libertad, la independencia y la justicia social”.
Nada mejor para caracterizar la vida de un venezolano integral, que nunca ha dejado de luchar ni perdido sus ideales. Que ha sabido rectificar y que con responsabilidad, ha llevado a quienes confiaron en su liderazgo por los nuevos caminos que abrieron esas rectificaciones.
Conocido como Santos Yorme, en la época de la dictadura militar de Marcos Pérez Jiménez, quisimos conocer de entrada dónde consiguió ese seudónimo.
—¿De dónde salió el nombre de Santos Yorme?
—De la novela Doña Bárbara. Santos Luzardo es el personaje que encarnaba la lucha por la civilidad, la lucha contra el imperialismo, la lucha contra el latifundismo. Y el Yorme es una combinación del Márquez con el Pompeyo. Pero el Santos fue el que más se popularizó.
— ¿Cómo ve la situación actual de Venezuela?
—Muy mal y para peor. Este es el gobierno de Nicolás Maduro y la situación se va a agravar más. Va a ver un agravamiento de la crisis, de la económica, si no se cambia un modelo que ha fracasado en todas partes donde se ha ensayado.
Nosotros estamos viviendo una crisis sistémica. ¿Qué quiere decir eso?, simple y llanamente es una crisis política, económica, social, cultural y de salud.
Es decir, por donde quieras que metas la mano, te consigues con la crisis. Aquí no hay otra salida que un cambio de gobierno.
Están enfrentados dos modelos de sociedad. Uno autocrático, militarista, con tendencias totalitarias y otro democrático con la república civil. Esa es la base de la crisis en este momento. La confrontación está planteada entre esos dos modelos de sociedad y mientras eso no se resuelve, mientras Venezuela no resuelva el problema democrático y de la república civil, estaremos en crisis.
Están entrelazadas las crisis política y la económica. La mitad del país es desconocida, esa es la base de la crisis política. Desde el punto de vista económico está claro, que si no hay un cambio en el modelo, no hay solución a la crisis económica que estamos viviendo actualmente.
—¿Cómo se logra esa salida? ¿Qué deben hacer los venezolanos para salir de esa crisis?
—La unidad. La unidad más amplia. La unidad nacional. Hoy está planteada una unidad nacional, lo más amplia posible. Venezuela no puede seguir enfrentada en dos toletes. No puede, ese es el suicidio. Hay una mitad de la sociedad que no es reconocida. El gobierno que gobierna para una secta, no para la totalidad del país.
Necesitamos justamente un gobierno que gobierne para la totalidad del país, para las dos partes, para unir. Y mientras eso no se haga, la crisis se profundizará.
— En los años 70, todos los factores políticos del país se integraron alrededor del Congreso Nacional. En Venezuela se veía un futuro promisor. ¿Cuándo eso cambió?
—Eso cambió a partir del 2002, cuando (Hugo) Chávez se empeñó en imponer el modelo socialista del Siglo XXI y hacerlo a rajatabla, con todos los recursos que tenía en ese momento, además del respaldo popular y todo el dinero del mundo. Lo despilfarró con la corrupción, con la manera como gobernó en esos años que van desde el 2002 al presente.
Maduro no es el responsable de la crisis, lo que ha hecho es profundizarla. Demostrando la incapacidad, la ignorancia y por supuesto ignorando cómo gobernar un país que tiene la mitad en contra.
— Este es un momento en que emigran los jóvenes profesionales del país. ¿Qué le aconseja, deben quedarse a luchar o irse al exterior?
—Se van al exterior, porque no ven futuro en nuestro país. Les digo a esos jóvenes que no abandonen a Venezuela. Que tienen que ser un aporte. Cuando se les dice que el futuro le pertenece a la juventud, no es solamente el futuro, es el presente también que le corresponde. Tienen que vivir un papel protagónico, en esta lucha que estamos librando.
—¿En 93 años que es lo mejor que le ha tocado vivir?
—Es una felicidad haber llegado a esta edad. Después de una vida como la que he llevado de luchas difíciles, complicadas, arribar a 93 años es una felicidad. Rodeado de mi esposa Yajaira Araujo, de mis cuatro hijos (Tania, Natasha, Iván, Lucero), más mi hijo político Beto y mi hija adoptiva Larissa. Al lado de ellos, de mis sobrinos Ronald, Edgar y Guillermo Díaz.
No pensé jamás que iba a llegar a esta edad. Y salgo para 94.
—¿En qué anda Pompeyo en estos momentos?
—Me mantengo enfrentado al gobierno actual. A lo largo de mi vida jamás he apoyado a un gobierno militarista. Todo lo contrario. Siempre he enfrentado a dictaduras militares, a los gobiernos militares. Esta es una dictadura militar. Y como tal, hay que enfrentarla. Venezuela tiene futuro. ¿Dónde está el futuro de Venezuela?, en la democracia, en la república civil. En una sociedad democrática donde se brinden todas las garantías y todas las libertades, en contra de esta sociedad autocrática, militarista, con tendencias totalitarias.
—¿Es factible recuperar la democracia?
—El porvenir es la democracia. Salir de esta dictadura hacia una sociedad democrática. Venezuela está viviendo una bancarrota, pero tiene porvenir en la democracia.
—¿Qué espera para Venezuela?
—Espero un cambio de gobierno por la vía democrática y pacífica. Ahora se presenta una oportunidad con las elecciones parlamentarias, pero la ruta electoral no es expedita y está llena de obstáculos, de situaciones difíciles que plantea la dictadura actual.
La dictadura se está jugando el poder. Eso significa que va a jugarse todos los recursos necesarios para impedir la victoria de la fuerza democrática. No será fácil, pero no es imposible.
—¿Qué hace el gobierno para mantenerse en el poder?
—Se mantiene mediante las armas. Venezuela está partida en dos pedazos y hay uno que tiene las armas.
El tener las armas es lo que permite que el gobierno se mantenga mediante la represión de toda protesta cívica, que es reprimida. No puede haber unas elecciones libres con un grupo de presos políticos. Hay que comprenderlo. Hay que lograr la libertad de ellos para abrir otros caminos. Ahí está lo que se ha hecho con Antonio Ledezma, con un problema de salud. Le dictan casa por cárcel y eso no es libertad. Eso es confinarlo en la casa por razones de salud.
—¿Qué recomendaría a los líderes de la oposición?
—No quiero presentarme como un gurú. Pero si les digo a los líderes de oposición que tienen que ser más enérgicos. En relación a la ruta electoral, tienen que ser más firmes. Lograr de este Consejo Nacional Electoral, encabezado por Tibisay Lucena, algunas ventajas que garanticen las libertades en el proceso que vamos a vivir; y que no sabe todavía si lo vamos a vivir, porque hasta el presente no hay fecha de elecciones. El CNE se está haciendo el loco con esta materia.
—¿Cuál es el deseo en su cumpleaños?
—Llegar a 94 años, y poder superar esta situación que estamos viviendo.