Petareños sin agua desconocen inicio del Plan Tanque Azul
Entre la incógnita y la incertidumbre. Así se ha llevado a cabo durante esta semana el Plan Tanque Azul en la parroquia Petare, al este de Caracas. Los ciudadanos de esta zona aún desconocen los métodos de distribución, ni los costos que tendrán los envases con los que el gobierno de Nicolás Maduro intenta paliar la escasez de agua que atormenta a los venezolanos, agudizada luego de los apagones del último mes.
El referido plan fue anunciado por Maduro luego de que el primer apagón de marzo causara el colapso en el suministro de agua de todo el territorio nacional.
#EnVideo 📹 | Pdte. @NicolasMaduro: Vamos a mejorar todos los pozos de agua, el almacenamiento por parroquia, por comuna, vamos a avanzar en el Plan Tanque Azul
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Según información suministrada por el gobernador del estado Miranda, Héctor Rodríguez, la distribución se realizará usando el carnet de la patria como referencia y será en tres fases: la primera, hospitales, escuelas, bomberos, Centros Diagnósticos Integrales (CDI), ambulatorios y sedes policiales; la segunda, corresponderá a las comunidades cuyos ciclos de distribución de agua son más largos y en la tercera, se hará llegar a todas las familias.
Analítica.com hizo un recorrido por las zonas populares de Petare para conocer los testimonios de los habitantes y cómo ha sido su viacrucis en lo que se refiere a la recolección de agua. Algunos de ellos tienen hasta dos años sin recibir el líquido en sus hogares por lo que tienen que recurrir a llevar envases a zonas donde el bombeo sí es efectivo o, inclusive, pagar cisternas.
«Ninguna de las personas que conozco ha recibido notificaciones acerca de la entrega de los tanques azules. En una oportunidad nos trajeron unos tanques pero se los quedó la gente del consejo comunal, se los agarran para ellos y no se los dan a quienes más lo necesitan». Fue lo que contó Johan González, quien ha llegado a pagar hasta 20.000 bolívares por un pipote lleno.
Ante la crisis, la solidaridad de los vecinos se ha hecho notar. Cuando llega el agua con fuerza, los vecinos de la parte baja prestan sus mangueras a quienes residen en los sectores más altos y es por eso que se pueden observar largas colas en las entradas de las casas.
«Tengo más de tres meses sin agua, venimos de la parte alta de La Parrilla a buscar el agua. Yo escuché algo de los tanques pero no te sé decir si los van a hacer o no. A nosotros no nos traen ni las cajas, ni las bolsas», contó Rodolfo Montiel.
Una opinión en común entre los vecinos es que no entienden qué van a hacer una vez que tengan dichos tanques, pues hasta los momentos no hay garantías de que puedan tener agua de manera regular.
«Esos tanques no nos solucionan nada y menos si llegan vacíos. ¿Qué le echamos? ¿Será la ropa sucia lo que les vamos a echar? Porque si no nos llega el agua, si no podemos llenar un tanque de 250 litros, menos vamos a poder llenar esos de 500 litros. Aquí se paga por vivir», indicó Indelfonso Montañez, quien se desempeña como oficial de seguridad en una empresa privada. Él tiene que pasar sus ratos libres llenando envases en un botadero que hay en La Urbina e, inclusive, en ocasiones aprovecha de hacerlo en su trabajo.
Hace unas dos semanas, en la entrada hacia La Bombilla habilitaron un llenadero para cisternas que suministraran agua a la comunidad, pero ha sucedido lo contrario. Una persona que no quiso identificarse detalló que «el gobierno lo activó para que las cisternas tomen el agua y la lleven al barrio, pero los de las cisternas nos cobran. Yo resuelvo porque mi suegra me da de su casa».
El pasado jueves, el ministro de Interior, Justicia y Paz, Néstor Reverol, hizo entrega de 300 tanques en Ciudad Tiuna, parroquia El Valle. Según lo que anunció Reverol durante la actividad, ya establecieron conversaciones con distintas empresas para efectuar la creación de 50.000 tanques que serán entregados en distintas fases, al igual que con los encargados de las cisternas públicas y privadas para lograr establecer tarifas lineales en el precio del agua.
