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Marina Silva oficializa su apoyo a Aécio Neves

Discurso de apoyo de Marina Silva a Aécio Neves

Traducción de Carlos Armando Figueredo

 

Este es el texto integral del discurso de apoyo, publicado por O Globo:

 

Ayer, en Recife, el candidato Aécio Neves presentó el documento “Juntos por la Democracia, por la Inclusión Social, y por el Desarrollo Sustentable”.

Quiero, para comenzar, dejar claro que entiendo a ese documento como una carta de compromiso con los brasileros, con la nación. Rechazo cualquier interpretación de que esté dirigida a mí, en busca de apoyo. Sería una desconsideración de los propósitos manifestados por Aécio imaginar que ellos se dirigen a una persona y no a los ciudadanos y las ciudades brasileros. Y sería un equívoco absoluto y una ofensa imaginar que me tomo por poseedora de poderes que son del pueblo o que podría llegar a ser individualmente destinataria de promesas o compromisos. Los compromisos explicados y firmados por Aécio tienen  como única destinataria a la nación y a ella deberían satisfacerla en cuanto a su cumplimiento. Es apenas bajo esa condición que los avalé para orientar mi posición en esta segunda vuelta de las elecciones presidenciales.

Estamos viviendo en estas elecciones una expresión intensa de los desafíos de la política. Para mí ellos comenzaron hace un año, cuando suscribí con Eduardo Campos la alianza que nos trajo hasta aquí. Por primera vez, la coalición de partidos se daba exclusivamente a través de un programa, colocando las soluciones para el país por encima de los intereses específicos de cada uno.

En corto espacio de tiempo, y sufriendo los ataques destructivos de una política patrimonialista, atrasada y movida por proyectos de poder por el poder, mantuvimos nuestro rumbo, maduramos, hicimos la nueva política en la práctica.

Los partidos de nuestra alianza tomaron sus decisiones y las anunciaron. Hoy estoy ante mi decisión como ciudadana y como parte del debate que se ha establecido  en la sociedad brasilera. Fijaré mi posición.

Prefiero ser criticada por aquello que creo ser lo mejor para Brasil que hacerme prisionera del laberinto de la defensa de mi propio interés, donde todos los caminos y la puertas que recorriera o pasara, sólo me llevaran al abismo de mis intereses personales.

La política para mí no puede ser apenas, como dice Bauman, el arte de prometer las mismas cosas.

Parodiándolo, yo digo que  no puede ser el arte de hacer las mismas cosas.

O sea, las viejas alianzas pragmáticas, descalificadas, sin el apoyo de un programa a partir del cual se dialogue con la nación.

Veo en el documento firmado por Aécio,  otro eslabón en el encadenamiento de momentos históricos que le hicieron bien a Brasil y construyeron la plataforma sobre la que nos levantamos en las últimas décadas.

Al final de la presidencia de Fernando Enrique Cardoso, la sociedad brasilera demostró que quería alternancia de poder, pero no la pérdida de la estabilidad económica.

Y eso fue inequívocamente acatado por el  entonces candidato de oposición, Lula, en un reconocimiento del mérito de su antecesor y de que necesitaría esas conquistas para llevar adelante a su proyecto de gobierno.

Ahora, nuevamente, tenemos un momento en el que la alternancia de poder le hará bien a Brasil, y lo que hace falta reafirmar es el camino de los avances sociales, pero con gestión competente del Estado y con  estabilidad económica, ahora estremecida con el regreso de la inflación y de la inseguridad traída por el desmantelamiento de importantes instituciones públicas.

Aécio retoma el hilo de la madeja manifestándose virtuosa y correctamente bajo la forma de un fuerte compromiso, al ejemplo de Lula en el 2002, quien asumió compromisos con el mantenimiento del Plan Real, abriendo diálogo con los sectores productivos.

Doce años después, tenemos un paso hacia adelante, una segunda carta a los brasileros titulada: “Juntos para la democracia, la inclusión social y el desarrollo sustentable”.

Destaco los compromisos que me parecen cruciales en la carta de Aécio:

 

  • La valorización de la diversidad sociocultural brasilera y el combate de toda forma de discriminación.
  • La reforma política, comenzando por el fin de la reelección para cargos ejecutivos, que ha sido fuente de corrupción y mal uso de las instituciones de Estado.
  • Que seamos capaces de entender que, en el mundo actual, la ampliación de la participación popular en el proceso deliberativo, a través de la utilización de las redes sociales, de los consejos y de las audiencias públicas sobre temas importantes, no choca con los principios de la democracia representativa, que tienen que ser preservados.
  • Compromisos sociales de avanzada con la Educación, la Salud, la Reforma Agraria.
  • Prevención frente a la vulnerabilidad de la juventud, rechazando la prevalencia del castigo.
  • Ley para la Bolsa Familia, transformándola en programa de Estado.
  • Compromisos socio-ambientales de tala cero, políticas correctas de Unidades de Conservación, trato adecuado de la cuestión energética, con diversificación de las fuentes de generación distribuida.
  • Inédita determinación de preparar al país para enfrentar los cambios climáticos y hacer la transición hacia una economía baja en carbono, asumiendo protagonismo global en esa área.
  • Mantenimiento de las conquistas y del compromiso de asegurar los derechos indígenas, de comunidades de quilombos y otras poblaciones tradicionales. Mantenimiento de la prerrogativa del Poder Ejecutivo en la demarcación de las Tierras indígenas.
  • Compromisos con las bases constitucionales de la federación, fortaleciendo a estados y municipios y colocando al desarrollo regional como eje central de la discusión del Pacto Federativo.

Finalmente, destaco el llamado a la unión de Brasil y a la búsqueda de consenso para construir una sociedad más justa, democrática, honesta y sustentable. Entiendo que los compromisos asumidos por Aécio son la base sobre la cual el país puede dialogar de manera saludable sobre su presente y su futuro.

Hace falta, y hago un llamado enfático en ese sentido, que salgamos del territorio de la política destructiva para lograr ver con claridad los temas estratégicos para el desarrollo del país y con tranquilidad, para debatirlos teniendo como horizonte al bien común.

Ya no podemos seguir más apostando al odio, a la calumnia y a la destrucción de personas y propuestas apenas  por la disputa de poder que dividen a Brasil.

El precio a pagar por eso es muy caro: es el estancamiento de Brasil, con el retiro de la ética de las relaciones políticas.

Es la sustitución de la diversidad por el estigma, es la sustitución de la identidad nacional por la identidad partidista rabiosa y vengativa.

Es herir mortalmente a la democracia.

Llegó el momento de interrumpir ese camino suicida y de apostar, una vez más, por la alternancia del poder bajo la batuta de la sociedad, de los intereses del país y del bien común.

Es con ese sentimiento que, teniendo a la vista los compromisos asumidos por Aécio Neves, declaro mi voto y mi apoyo en esta segunda vuelta.

Votaré por Aécio y lo apoyaré, votando por esos compromisos, dándole crédito de confianza a la sinceridad de propósitos del candidato y de su partido y, principalmente, dándole a la sociedad brasilera la tarea de exigir que se cumplan.

Hago esta declaración como ciudadana brasilera que continuará, libre y coherentemente, sus luchas y batallas en el camino que escogió.

Con ello no estoy haciendo ningún acuerdo o alianza para gobernar.

Lo que me mueve es mi consciencia y asumo responsabilidad por mis escogencias”.

 

Ver más en: http://oglobo.globo.com/brasil/leia-integra-do-pronunciamento-de-marina-silva-em-apoio-aecio-neves-14224617 – ixzz3G1MTHStq

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