Madre de Rufo Chacón aseguró que llegará adonde sea para que su hijo pueda volver a ver
La familia Chacón Parada vive en el municipio Cárdenas, a escasos 10 minutos de la capital del Táchira, en un hogar muy humilde, cuyas paredes son de caña de guadua. Allí creció Rufo Chacón, junto a su mamá Adriana Parada, sus dos hermanos y su abuela. Desde el 1° de julio la vida de Rufo cambió al perder la visión en sus dos ojos, tras recibir más de 52 impactos de perdigón por parte de funcionarios de la Policía del estado, quienes pretendían disolver una protesta por escasez de gas.
Durante las dos últimas semanas la vida de esta familia se ha visto alterada entre el hospital, los tribunales y el regreso a la casa sin Rufo, quien ha tenido que dormir en el hogar de familiares donde hay mejores condiciones para el adolescente de 16 años que en los próximos días recibirá el título de bachiller y que en su casa solo tiene un colchón para descansar.
“El niño está pasando por un proceso porque no se adapta a no ver, él dice que se siente triste, ya lleva días y horas sin ver, quiere correr, quiere tener la misma vida de antes. A él le gustan las computadoras y la tecnología y se deprime demasiado”, indicó su mamá Adriana Parada, una mujer muy joven que también se ha visto seriamente afectada por los ataques recibidos actualmente tras apoyar en el pasado al expresidente Hugo Chávez Frías.
Adriana empezó a trabajar desde muy joven para ayudar a sus hijos, fue obrera en la alcaldía del municipio donde vive y ante la difícil situación quiso probar suerte en Colombia, adonde viajó a principios de año para poder enviarle dinero a los tres niños que se quedaron con la abuela. Contó que llegó a Cúcuta en donde tuvo que vender cigarrillos, café y le prestaron un teléfono móvil para que lo alquilara. Como en la capital del Norte de Santander no le fue bien, un familiar la apoyó y viajó hasta Medellín donde trabajó en un restaurante y desde allí ayudaba a sus seres queridos.
Un mes antes del incidente de Rufo, regresó al Táchira y se dio cuenta de que el dinero que enviaba a sus hijos desde Colombia no le alcanzaba para mantenerlos. El 1°de julio salió a las calles a protestar en vista que ya tenía tres meses sin gas, pero nunca imaginó que ese día la tragedia llegaría a su familia.
“No tengo trabajo en estos momentos, porque no tenía un mes de haber llegado cuando sucedió esto, pensaba salir de la graduación de Rufo y devolverme para Cúcuta porque me ofrecieron trabajo en un restaurante, pero no puedo dejar a mi hijo así, tengo que luchar con él y tratar de ver que la luz para sus ojos vuelva”, expresó.
Sin invitación oficial para evaluar a Rufo
Adriana Parada precisó que hasta los momentos no han tenido una invitación oficial de algún hospital o clínica del país o del extranjero para que evalúen la condición de Rufo. Todo han sido rumores, solo ha tenido las propuestas de unos médicos venezolanos que quieren valorar a su hijo. Ella quiere que el adolescente tenga las prótesis, pero debe esperar a que las lesiones desinflamen para que los especialistas lo vean y determinen cómo lo pueden ayudar.
“Yo necesito de personas de otros países donde la ciencia está avanzada para que ayuden a mi hijo, se los pido, se los ruego, no se qué tengo que hacer, pero necesito que me ayuden para que vuelva a ver la luz”. Parada pidió al gobierno que la ayuden a tramitar los pasaportes de ella, su hijo y su hermano, en caso de que tenga que salir del país para que evalúen a Rufo.
Agradeció a cada persona venezolana o extranjera que ha enviado recursos para ayudar a su hijo, aseguró que con ese dinero han comprado comida y los medicamentos que requiere. “Les pido que todos apoyen a mi hijo porque los necesita , porque mi hijo va a salir adelante”, precisó Adriana Parada, quien aseguró que va a llegar adonde sea para que su hijo pueda volver a ver.