Las colas se mudaron de los centros electorales a las bombas de gasolina

Las calles dejaron un mensaje este domingo. Por un lado, la administración de Nicolás Maduro llevó a cabo un proceso electoral catalogado como fraudulento y sin el apoyo de la mayoría de los venezolanos, partidos políticos y comunidad internacional.

Los centros electorales lucieron vacíos, a pesar de la campaña, chantaje y presión por parte del oficialismo hacia los ciudadanos, quienes tomaron la decisión de no votar (algunos), mientras que otros tuvieron que pasar largas colas en las estaciones de servicio porque la escasez de gasolina no ha dado tregua.

El ministro de Petróleo, Tarek El Aissami, prometió el pasado 8 de noviembre que habría combustible para todo el país y que todas las refinerías se habían reactivado para empezar la producción del hidrocarburo y solucionar la grave crisis por la gasolina que data desde hace varios años en el interior del país y que se acrecentó en todo el territorio nacional  con la llegada de la pandemia por el coronavirus.

Yunnan Sanoja, de profesión ingeniero, salió en la madrugada de este domingo 6 de diciembre pero no para votar, sino para intentar abastecer su vehículo con combustible.

Llegó a las 4:25 a la estación de servicio Los Chaguaramos, y luego le informaron a los presentes que esa bomba no abriría por estar frente a un centro electoral. Se retiró del sitio a las 5:40 am y fue hacia Ciudad Universitaria  en donde duró 5 horas.

Durante la espera vio enormes colas de carros que empalmaban con la Avenida Victoria. “Lo más triste era que los venezolanos no iban a votar, sino a poner gasolina para ir a compartir con la familia, hacer un mercado. Esta situación es fatal, este régimen acabó con la industria petrolera”, expresó Sanoja.