“La prioridad de los partidos políticos de oposición debería ser renovarse”
El tiempo pasa y las elecciones presidenciales, convocadas por la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) parecen ser inminentes. La fecha del 20 de mayo, que fijó el Consejo Nacional Electoral (CNE), representa un desafío para la convivencia democrática del país.
Sin embargo desde la oposición no se ha informado de una estrategia común que haga frente a la elección, en la que también se elegirán miembros de los Concejos Legislativos Regionales y de los Concejos Municipales.
Esa inercia en la que ha entrado el proceso político del país fue debatida la mañana de este jueves, 5 de abril en el foro titulado “Antipolítica”, durante la emisión de César Miguel Rondón ÉxitosFM, en la que participaron Carlos Raúl Hernández historiador y Juan Manuel Trak, coordinador de investigación del Centro de Estudios Político de la Universidad Católica Andrés Bello (Ucab).
A juicio de Juan Manuel Trak la mejor estrategia para detener el estado de desafección que experimenta la sociedad respecto de la política, pasa por la renovación de las instituciones democráticas, en especial los partidos.
“En Venezuela para 2016 solo 30% confiaba en los partidos políticos el resto de la sociedad ha visto con desconfianza a los partidos políticos. La proyección de esas cifras actualmente debe ser peor. La prioridad de los partidos políticos debería ser renovarse”, expresó.
Trak abundó sobre cuál debe ser el rol de los partidos políticos, como instituciones democráticas para resolver la crisis política y de gobernabilidad, que desató luego del triunfo de la mayoría opositora en las elecciones parlamentarias del año 2015 y que fueron desconocidas por el gobierno recurrentemente desde la instalación de la nueva Asamblea Nacional en enero de 2016.
“Los partidos que no deben ser solo maquinarias electorales. La no renovación de los partidos políticos es lo que ha generado esa percepción de que no se están atendiendo los problemas de la gente”, señaló.
Desafección crónica
Además rechazó el uso de la denominación de antipolítica para caracterizar la coyuntura actual venezolana, pues el fenómeno comprende otros rasgos.
“Lo que hay en la sociedad venezolana es un fenómeno de desafección política que tiene que ver con la falta de involucramiento de una buena parte de la sociedad en el debate público, por su desconfianza sobre cómo se toman las decisiones en los partidos políticos, más allá de participar en elecciones”, expuso.
Recalcó que esa desafección es lo que ha incidido en el auge y sostenimiento del populismo como fórmula de hacer política, pese a los malos resultados en materia económica.
“Cuando uno ve que los partidos tienen altos índices de corrupción y no responden las principales demandas de la gente cuando vota por ellos, la sociedad empieza a buscar fuera de lo que ella considera como política partidista para resolver sus problemas, es allí donde el populismo tiene una buena parte de su asidero”, puntualizó.
Quiebre histórico
El historiador Carlos Raúl Hernández ubicó dentro del proceso histórico nacional el origen del vicio, que ha ocasionado la crisis económica, política y social que se desarrolla actualmente.
“En Venezuela en los últimos 27 años surgió un discurso que hizo creer a la gente que el sistema democrático en el que vivíamos no funcionaba y había que destruir a los partidos que generaron ese horro. Cuando realmente, fue un modelo para el mundo, hizo al país más moderno de América Latina y por supuesto con problemas, muchos problemas”, aseveró.
Hernández denostó del concepto de antipolítica, práctica que, según su análisis, se ha instalado en todo el estamento político.
“La antipolítica es una forma de hacer política, pero culpando de los males de la sociedad a la política. El caudillo se cree por encima de la política. Es un discurso que exacerba el conflicto y culpa a la política partidista e institucional de ser la responsable de todos los problemas de la sociedad”, determinó.
Por otra parte criticó la actitud de la dirigencia opositora frente a las estrategias del gobierno, como las sucesivas convocatorias a elecciones ordenas por ANC.
“No hay una estrategia común la oposición está dividida y prácticamente colapsada. Los partidos de oposición están más decididos a dañarse entre sí, que contra Maduro”, lamentó.
