Héctor Breña: Lamentamos que el sistema político venezolano esté fracturado
Más allá del impacto que las convocatorias y posteriores movilizaciones que se desarrollaron el 1 de septiembre en Caracas, tanto de oposición como de oficialismo, y de los vaticinios que hacían uno y otro bando acerca de las manifestaciones, el vicepresidente nacional del partido Podemos y diputado a la Asamblea Nacional por el Gran Polo Patriótico (GPP), Héctor Breña, enfoca su análisis del momento político actual en lo que a su juicio es la fractura del sistema político venezolano.
Según Breña, la oposición no ha logrado comprender la importancia de su rol como actor político dentro de un sistema que necesita contrapesos y que de manera inequívoca amerita una dinámica de consensos, entre gobierno y oposición; algo que en estos momentos luce difícil de articular.
“Una de las grandes mortificaciones que nosotros tenemos como partido dentro del Gran Polo Patriótico es que lamentamos que el sistema político venezolano esté fracturado, porque un sistema político no solo lo constituye el gobierno, organismos e instituciones, sino que también lo constituye la oposición. Y si este sistema no tiene todos sus elemento que puedan entenderse en el marco de sus competencias y en el marco de la Constitución, ese sistema se fractura”, explica Breña.
La movilización planteada por la oposición, como un mecanismo de presión ante los lapsos que el Consejo Nacional Electoral (CNE) considera válidos, es, según Breña, la conversión de un proceso regulado por las normas establecidas en el reglamento electoral, en “una malcriadez política”.
Según el parlamentario, la oposición no entendió que la victoria del 6D era la oportunidad, luego de 15 años, para establecer un proceso de restitución política desde la instancia parlamentaria.
“Es normal en un democracia que exista oposición, pero ante la rebatiña por obtener el poder de los propios dirigentes de la MUD, ellos, que son los llamados a activar el proceso revocatorio y ante el fracaso del procedimiento legal para hacerlo, han convertido un proceso -que está plasmado en la Constitución y que tiene un reglamento- en un suerte de malcriadez política, que ha concluido en la convocatoria de manifestaciones como un mecanismo de presión para violentar los procesos establecidos en la constitución y en la ley. Porque el proceso del revocatorio es un proceso regulado que está en las normas para el procedimiento de promoción y solicitud del referéndum revocatorio y mandatos de elección popular, que fue publicado en la Gaceta Oficial en diciembre de 2007, no es que la normativa se elaboró a media noche para regular la solicitud de la MUD este año. No. Ya la normativa existe desde hace años”.
-Vista la situación política de confrontación, ¿cuáles son las perspectivas de continuar el choque de poderes entre el Legislativo y el Ejecutivo o incluso con los demás poderes?
No se trata de un enfrentamiento o choque de poderes. Es un constante desconocimiento de los demás poderes por parte del Parlamento. Cuando hay una decisión de TSJ y la directiva de la AN la desacata ahí hay un enfrentamiento. Cuando el órgano electoral, que se rige por unas normas y por la Constitución, dice que la solicitud debe cumplir unos pasos e iniciar el proceso respectivo, entonces el poder legislativo pretende desconocer al poder electoral que lo señaló como mayoría, y que el proceso no es como el CNE lo indica.
-¿No serían exagerados los planteamientos del algunos funcionarios y miembros del partido oficialista, así como del Gran Polo Patriótico, como el alcalde Jorge Rodríguez y Diosdado Cabello, cuando plantean que no habrá revocatorio este año ni el año que viene?
Cuando el CNE diga que el escenario del referéndum revocatorio está cerrado, ahí yo comenzaría a preocuparme. Ahora, mientras Jorge Rodríguez y Diosdado Cabello digan lo que han dicho, ese es su derecho. Son actores políticos y como tal tienen derecho a expresarse y actuar conforme a eso.
-Sin embargo, según diversas encuestas recientes más de 80% de los venezolanos respalda el referéndum revocatorio como mecanismo que permita una salida a la crisis.
Si un 80%, 90% o 100% de los venezolanos respalda el proceso revocatorio, pues buenísimo; la Constitución Nacional y la ley señalan que debe haber unas organizaciones políticas que deben hacer la solicitud, cumplir con una serie de procedimientos y se realiza el proceso revocatorio; y si es así como indican las encuestas, pues se verá reflejado en el resultado. Pero mientras eso no ocurra, todo lo demás son discursos de micrófono para tratar de movilizar una opinión u otra. La regla de oro de la democracia no es la mayoría, porque la mayoría es una circunstancia de carácter técnico electoral. La regla de oro de la democracia es el consenso
-Ahora bien, a propósito de las convocatorias que ha hecho la oposición, ¿no sería un error de generalización los planteamientos del oficialismo respecto a que la oposición actual es la misma de 2001 y 2002? Cuando evidentemente existen unas diferencias notables de actores políticos y de funcionamiento
Esa es una perspectiva respetable. Si bien es cierto que hay personas que no estuvieron hace 14 o 15 años, porque no pertenecían al ámbito político de ese momento; lo que sí es cierto es que los que motorizaron las acciones en 2001 y 2002 con la denominada Coordinadora Democrática, son los mismos que ahora están en la MUD. Ahí está Primero Justicia, Julio Borges, Henry Ramos, Leopoldo López, y basta con revisar los planteamientos de ese momento y de ahora. Si bien es cierto que se han incorporado nuevos actores, la idea fundamental y estructural es producto de los mismos actores y de la misma dirigencia de aquellos años.
-¿Cómo están los ánimos dentro del Gran Polo Patriótico vista la situación política actual?
En el Gran Polo Patriótico, en donde están acoplados los partidos definidos desde el punto de vista ideológico como partidos de izquierda, hay diferencias como es lógico que haya. Pero la distinción es que nosotros tenemos un proyecto de país que liderizó Chávez, y a pesar de que ya no está físicamente sigue siendo un elemento de cohesión y nosotros tenemos dentro de nuestras diferencias un principio, que es la irreverencia en nuestras discuciones, pero tenemos lealtad en las acciones políticas, sobre todo en momentos como este.