Gremios se unieron para protestar frente al Ministerio de Salud
«Cuarenta años de servicio y lo que tengo depositado en mi cuenta son 12 mil bolívares», así relató Pablo Zambrano, secretario ejecutivo de la Federación de Trabajadores de la Salud (Fetrasalud), realidad como la de él la sufren la mayoría de los trabajadores que protestaron este lunes en la Plaza Caracas de la ciudad capital junto a representantes de diferentes gremios por las violaciones a sus derechos laborales en Venezuela.
El dirigente resaltó que tienen una cláusula que incluye camisa, zapatos, pantalón, bata y cobija. Sin embargo, aseguró que la pretensión de Carlos Alvarado, ministro de Salud designado por Nicolás Maduro, es pagarle solo 10 mil bolívares. “Eso ni siquiera se puede considerar un adelanto, nosotros no queremos ese dinero, queremos que al menos nos doten los uniformes”, dijo.
Aunque fueron recibidos por la directora de Recursos Humanos del Ministerio de Salud, María Teresa Bompart. Zambrano indicó que al plantearle esta situación, la funcionaria sostuvo que tienen firmado un acuerdo con representantes sindicales afectos a Maduro que solo contempla esa cifra de dinero.
«Nosotros vamos a pasar una comunicación porque indistintamente de que esté firmado, dentro de la realidad económica tienen que buscarle una solución o, al menos, nos tienen que dar los 150 dólares que es lo que equivale el costo de los uniformes», detalló.
Acompañado por empleados de la Cancillería, Corpoelec, Cantv y distintas organizaciones, Zambrano informó que este jueves 13 de junio se concentrarán frente al Hospital Periférico de Coche y marcharán por la Avenida Intercomunal de El Valle tras la situación que está padeciendo en ese centro de salud.
“A todos los maduristas y chavistas le decimos que tienen que ir a reclamar con nosotros porque resulta que ellos también se enferman y todos tenemos que abocarnos a buscar la solución del problema de ese hospital”, apuntó.
«Fuga de cerebros»
La Federación de Trabajadores de la Industria Eléctrica Venezolana (Fetraelec) denunció la masiva «fuga de cerebros» en este sector, que atraviesa horas bajas en medio de la crisis de migración que sufre Venezuela que, de acuerdo con datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), supera los 4 millones de personas.
Reinaldo Díaz, miembro de la junta directiva, exhortó a los directivos de Corporelec a que cesen la persecución política contra los trabajadores que piensen diferente y manifestó que en los últimos doce meses al menos 29 dirigentes sindicales han sido suspendidos o se encuentran en procesos de despidos.
«Yo mismo en menos de mes y medio fui botado, reinsertado a la nómina y después jubilado por creer que la única salida que tenemos los trabajadores en Venezuela es un cambio político en el país», explicó.
Enfermase significa un peligro para los trabajadores debido a que con un salario mínimo de 40 mil bolívares, no solo se les dificulta comprar comida, sino que tampoco pueden tratar sus padecimientos médicos. “En los últimos meses al menos tres trabajadores han tenido un accidente cerebrovascular y terminan en un CDI”.
Por su parte, el presidente de la Federación Venezolana de Maestros (FVMaestros), Orlando Alzurú, le cuestionó al ministro de Educación de Maduro, Aristóbulo Istúriz, que a pesar de la situación de los trabajadores, se preste para un “doble discurso para sacar a la gente de las nóminas”.
El Gobierno nos está matando de hambre, afirmó.