Frontera debe ser un vínculo entre Colombia y Venezuela
«Una cosa es ver lo que sucede en la frontera desde Caracas o Bogotá y otra estar en el sitio», afirmó Ricardo Sanguino, diputado de la comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional, durante su participación en el foro «Cierre de la frontera: Balance y perspectiva» de Últimas Noticias de este jueves.
Aseguró que se aplicó el estado de excepción porque se estaba yendo por la frontera los productos regulados, lo cual beneficiaba a los paramilitares.
El exembajador en Colombia, Leandro Area, indicó que los dos países han tenido encuentros y desencuentros; para ello enumeró una serie de eventos como el de la fragata Caldas que entró en aguas venezolanas en 1987, «luego de dos años los dos países se se sentaron en la misma mesa en varias reuniones buscando acuerdos, las cosas se hicieron tensas durante el gobierno de Hugo Chávez y Álvaro Uribe cuando personalizaron el tema, al igual que ocurre en este momento».
Consideró que los temas fronterizos son delicados y que deben tratarse con cuidado, y que en el lugar no hay mayor diferencia entre unos y otros, las cosas se ven peor desde Caracas y Bogotá.
«El cierre de la frontera fue necesario para obligar a Colombia a sentarse en la mesa y tocar temas que ellos han reconocido en otras oportunidades, pero que en la realidad no cumplen», recordó Saúl Ortega, presidente de Parlasur y presidente de la Comisión de Política Exterior de la Asamblea Nacional.
Destacó casos como la extracción de alimentos y gasolina que son aceptados por Colombia a través de decretos o leyes que aprueban la ilegalidad. «El proceso va a ser largo no hay resultados inmediatos», dijo Ortega,
Julio César Pineda, internacionalista, prefiere ir por el camino de la diplomacia alejada de la política. «Yo hubiera mandado a diplomáticos de carrera y conocedores del tema a lugares como el Tribunal Internacional de La Haya o la OEA, ver qué hace el otro país. Esa es una guerra fina, estar en todo y responder en todo los campos».
Sostiene que los dos países deben negociar más que entrar en un conflicto de micrófonos desde las dos capitales, debido a que la mejor democracia es la del silencio y que los hechos demuestren más adelante los acuerdos alcanzados.
Entre las conclusiones destacaron la necesidad de potenciar la frontera en beneficio de sus pobladores, en ambos lados, y que lo aleje del negocio del delito.
No es momento de hacer un muro como ocurre entre México y Estados Unidos e Israel y Palestina o se propone en otras partes del mundo sino tender puentes de interés para las dos naciones.