Figueredo: Guyana siempre fue objetivo geopolítico de Brasil
El ex embajador para el Acuerdo de Ginebra, Emilio Figueredo, dijo que las recientes declaraciones del embajador de Brasil en Guyana, Lineu Pupo De Paula, constituyen un respaldo absoluto a Guyana sobre el territorio Esequibo y dan una nueva perspectiva de las relaciones internacionales entre Brasil y Venezuela.
De Paula dijo en un comunicado el día martes que no aceptará protestas de Venezuela por el territorio Esequibo en fronteras brasileras y agregó que cree inadmisible en el siglo XXI que se estén reivindicando problemas del siglo XIX.
“Con estas palabras queda claro que Brasil, antigua aliada de Venezuela, ahora no está dispuesta a respaldar reclamaciones territoriales de nuestro país. La reacción de Brasil era de esperarse porque es dueña de media Guyana, se estima que hay más de 50 mil brasileros trabajando en la parte de minas, están haciendo el puerto de aguas profundas y la carretera al mar”, puntualizó Figueredo.
“Guyana siempre fue un objetivo geopolítico de Brasil y los culpables de que hayan avanzado son los 16 años de silencio, el Gobierno venezolano ha permitido no solamente que Guyana haga lo que quiera, dando concesiones por una mal entendida solidaridad vendida por Fidel Castro. Así se ha permitido que Brasil se meta, que China se meta, que los canadienses se metan, que Exxon Mobil o Estados Unidos se meta”, agregó el experto en materia fronteriza.
Apunta Figueredo que el silencio sigue porque la Cancillería venezolana no ha emitido ninguna respuesta hasta ahora. “Deben estar atónitos por algo que era tan obvio; no es posible no se hayan dado cuenta. Saben que lo que han hecho con la actitud de no protestar los verdaderos intereses sobre la zona en reclamación es comprometerla, de manera irreversible”, insiste.
Con las tablas en la cabeza
El Gobierno venezolano, ante la más directa postura de Brasil sobre el Esequibo, debería emprender una protesta y recordar que el conflicto es bilateral, según Figueredo.
A juicio del ex embajador la respuesta de Brasil “es un duro golpe al chavismo”, sobre todo por provenir de un aliado político y económico. “Las declaraciones del canciller de Brasil también pueden ser sintomáticas de los problemas y la conversaciones con Colombia”, acotó.
Sostiene que no es un acierto del Gobierno venezolano utilizar la política exterior como una forma de manejar la política interior. “Cuando un país juega a crear una distracción a la situación interna, exacerbando los problemas internacionales, generalmente sale con las tablas en la cabeza, esos problemas perduran y no generan cambios importantes en la política interna, es decir, ni el tema de Guyana, ni el tema de Colombia van a modificar el deterioro de la imagen del Gobierno”.
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