Fapuv mantiene amenaza de no iniciar actividades
Autoridades universitarias manifestaron la imposibilidad de garantizar las actividades de docencia, investigación y extensión en las actuales condiciones, a la vez que exigen que el ajuste salarial responda a la realidad de los precios de los bienes y servicios en el país y sea producto del acuerdo entre las partes.
Los universitarios enfatizan que ven preocupante que aún no se produzca el acuerdo sobre las tablas salariales entre el Ministerio del Poder Popular para Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología (Mppeuct) que desde el mes de junio discute la II Convención Colectiva Única (Iiccu) para el sector, correspondiente a los años 2015 y 2016.
Así lo informó Keta Stephany, secretaria de Actas de la Federación de Asociaciones de Profesores Universitarios de Venezuela (Fapuv), al ofrecer un balance del proceso de negociación que en esa materia adelantan los gremios universitarios y el Meppeuct.
“Al atraso y lentitud en la discusión, se suman los efectos de la galopante inflación que ha precarizado la vida de más de 200 mil trabajadores del sector, y ha impedido, además, el disfrute cabal de su período vacacional”, dijo.
Stephany precisó que la opinión pública y el gobierno nacional saben que el profesorado ha manifestado la imposibilidad de garantizar las actividades de docencia, investigación y extensión en las actuales condiciones, a la vez que ha exigido que el ajuste salarial responda a la realidad de los precios de los bienes y servicios en el país y sea producto del acuerdo entre las partes.
Sin embargo, durante el proceso de discusión de la Iiccu, a pesar de los reiterados llamados de la representación de los universitarios, la discusión de la cláusula 83 sobre salarios se fue postergando, lo que alargó innecesariamente la incertidumbre y el malestar entre los universitarios.
La representante gremial universitaria comentó que el pasado 20 de agosto la comisión ministerial presentó dos propuestas, reñidas tanto con la realidad del costo de la vida en Venezuela, como con los criterios que soportan la propuesta de los trabajadores; los cuales procuran preservar derechos sustantivos y consolidados en materia salarial, así como impedir que se repita la grave situación que en este año condujo a que la mayoría de los cargos de la tabla de los universitarios, quedara por debajo del salario mínimo.
La Federación de Asociaciones de Profesores Universitarios de Venezuela (Fapuv) al igual que las demás las organizaciones que conforman el Comando Nacional Federativo y representan a más del 90% de los universitarios, rechazó ambas propuestas ministeriales y ratificó la propuesta original contenida en el proyecto de IICCU.
Las autoridades universitarias esperan que el próximo martes 25 de agosto, el Ministerio presente nuevos escenarios que permitan avanzar hacia un acuerdo.
“Ratificamos que no aceptaremos imposiciones ni permitiremos traiciones a las justas demandas y aspiraciones de los universitarios”, concluyó.
Cada gremio, sindicato, organización laboral de cualquier tipo y tamaño – dentro y fuera del país -, está enfrentando una lucha por su supervivencia a nivel global mientras un viejo orden se derrumba y desintegra. Las monedas se van depreciando, los mercados quieren pero ya están fuera del alcance de las mayorías y cae el consumo a niveles de pauperización, las materias primas como el petroleo y el cobre van en caída libre, el Titanic chino se va dejando hundir con todos nosotros a bordo, y el salario comienza a ser algo simbólico que poco o nada tiene que ver con la capacidad productiva de individuos o naciones. Y en algún punto de este convulsionado mundo nos encontramos nosotros, los profesores universitarios, empleados y obreros del subsistema de educación superior, tratando de recuperar una calidad de vida aunque sea por unos meses, mientras la debacle de las economías desarrolladas del mundo nos van arropando inexorablemente.
El gobierno defiende su verdad que no es tal pues con su Plan Caraota el país se aleja de las soluciones reales a sus problemas y se apresta a continuar desbaratando los pocos recursos que le van quedando, mientras el Pabellón Criollo se los comen los que nos gobiernan ; los empresarios hablan de retomar el camino del libre mercado cuando ya no habrá ni mercados de seguir por este camino ; y hasta el viejo Stalin se revuelca de risa en su tumba recordándonos su vieja frase : ´´Corre camarada que un nuevo mundo está naciendo´´, solo que ese nuevo mundo era el mundo comunista que se llevó millones de seres al cementerio y esclavizó media humanidad por algo mas de setenta y tantos años.
Pero estemos o no en medio de esta debacle universal el mundo laboral universitario requiere y con urgencia un ajuste salarial aunque sea con el bolívar tipo cubano para su uso interno, pues propuestas por debajo del salario mínimo implicarían al actual ritmo tener que esperar unos 200 años para adquirir una vivienda , y unos 12 meses para adquirir un libro, y hasta 120 meses para medio ponerse al día con la TDC o vegetar en las ´´colas´´ para adquirir un paquete de harina vencido y con ´´coquitos´´. Tenemos los mismos problemas que el resto de los asalariados del país porque la realidad se ha encargado de demostrar que somos y estamos igual de fregados y cada sector laboral a su manera busca resolver el mismo problema de la subsistencia. Nosotros con paros, huelgas y protestas pero nada más, porque nuestras únicas armas son la educación, la razón y la verdad ; otros, con palos, piedras y barricadas ; y los menos, a ´´plomo limpio´´.
Son solicitudes justas, necesarias e impostergables. Máxime, con un gobierno indolente que hace de la violencia su modo de operar e imponer sus ´´argumentos´´con torturas, encarcelamientos y hasta con la muerte de inocentes. Un interlocutor peligroso con el que no queda otra que intentar conversar aunque haga de la misma un ´´diálogo de sordos´´, y suela responder hablando consigo mismo, como si estuviesen frente a un espejo. Así que al estilo de aquél banquero pillastre, solo nos queda decir : ´´ Aquí estamos y aquí seguimos ´´…