FAO no reconoce verdaderas causas del hambre en Venezuela, denuncia Raffalli
Un nuevo funcionario fue electo este domingo como director general de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), organismo que ubica a Venezuela en una lista de 10 países con “alto riesgo” en un informe trimestral sobre seguridad alimentaria.
Se trata del viceministro de Agricultura y Asuntos Rurales de China, Qu Dongyu, de 56 años, quien fue elegido durante la 41ª Conferencia de la FAO, el máximo órgano de gobierno de la agencia con sede en Roma.
El nuevo director sustituirá al brasileño Jose Graziano Da Silva, quien dirigió la agencia durante dos mandatos consecutivos de cuatro años desde 2011.
«Se va en deuda»
La defensora de Derechos Humanos y especialista en seguridad alimentaria, Susana Raffalli, se pronunció respecto al nombramiento del nuevo director del organismo, y aseguró que el brasileño se va en deuda con Venezuela.
Raffalli denunció que, durante el mandato de Da Silva, la FAO no honró en Venezuela la aplicación de los estándares fijados por esta institución en el área alimentaria ni dio crédito a las violaciones al derecho a la alimentación en el país, que atraviesa por una emergencia humanitaria debido a la crisis económica y política que afecta la adquisición de comida y medicinas.
Según el informe de Alerta Temprana sobre Seguridad Alimentaria y Agricultura Abril-Junio 2019, elaborado por la FAO, Venezuela está entre los 10 países del mundo con “alto riesgo” de surgimiento de una emergencia o un deterioro significativo de la situación actual de su seguridad alimentaria y la agricultura, con efectos potencialmente severos.
El documento atribuye esta situación a la severa crisis económica que vive el país, e indica que los porcentajes de personas malnutridas se ha triplicado en 4 años: de 3,6% en 2013 a 11,7% en 2017 (casi 3,7 millones de personas). Por su parte, también hace referencia a que 80% de los hogares venezolanos sufren de inseguridad alimentaria, 90% perciben ingresos insuficientes para comprar alimentos y que el país ha perdido 3,5 años de esperanza de vida al nacer (usando cifras de Encovi).
En ese sentido, Raffalli expresó a la FAO que el director saliente «se va diciendo que el 82% de los hambrientos de América del Sur son venezolanos e insistiendo que eso se debe al cambio climático, la inflación y las sanciones«, y agregó que «se va haciendo silencio frente a las verdaderas causas del hambre».
Se va usted en deuda: la de no haber honrado la aplicación en mi país de los lineamientos de FAO sobre el Derecho a la Alimentación. Nunca acreditó la flagrancia con la que se cometieron durante su mandato las más groseras violaciones al Derecho a la Alimentación en Venezuela.
— susana raffalli a (@susanaraffalli) June 24, 2019
Se va diciéndonos que el 82% de los hambrientos de América del Sur son venezolanos e insistiendo que eso se debe al cambio climático, la inflación y las sanciones. Se va haciendo silencio frente a las verdaderas causas del hambre. Usted no fue un hombre justo con Venezuela.
— susana raffalli a (@susanaraffalli) June 24, 2019
Por su parte, el Gobierno de Nicolás Maduro felicitó al nuevo director y reiteró su interés de consolidar relaciones con el organismo internacional.
«El Gobierno Bolivariano de Venezuela felicita al nuevo Director General de la FAO, Qu Dongyu. Ofrecemos nuestro apoyo en el desarrollo de su gestión y aspiramos estrechar aún más la cooperación con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura», escribió en Twitter Jorge Arreaza, ministro para Relaciones Exteriores.
Por debajo de los estándares
El Instituto Venezolano de la Carne y la Leche (Invelecar) ha denunciado que, en lo que va de año, el consumo de proteína cárnica por habitante en Venezuela ha disminuido a 2,7 kilos, el menor indicador de demanda de América Latina y que representa una drástica caída con respecto al promedio de 2018, que fue de 4,1 kilos por persona.
Igualmente, el consumo de leche también está por debajo de los requerimientos establecidos por la Agencia de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura. El venezolano ingiere apenas 47 litros del producto por año, lo cual representa una disminución de 20%.
La FAO, por su parte, también alertó de las expectativas de la reducción de cosechas. A pesar de que el rendimiento del maíz es más alto que en años previos (debido a condiciones climáticas favorables), se estima una producción de sorgo de 35.000 toneladas (en comparación con las 79.000 de 2017).
El organismo atribuye esta disminución a recortes en las importaciones de combustible, insumos esenciales, semillas certificadas, equipos y maquinaria. La producción de arroz en 2019 también se espera que sea menor que en anteriores años. Según la Asociación de Productores Agrícolas de Venezuela, el sector agrícola cubrió sólo el 20% del consumo nacional de alimentos en 2018.