Estos fueron los seis puntos más importantes del discurso de Monseñor Padrón
El presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), monseñor Diego Padrón, durante el discurso de apertura de la Centésima Séptima Asamblea Ordinaria Plenaria, habló sobre la difícil situación que se vive en Venezuela. Alertó sobre las actuaciones del Gobierno de Nicolás Maduro y también tuvo serias críticas sobre la Mesa de la Unidad Democrática (MUD).
Padrón acusó al Gobierno y a la MUD de usar las negociaciones, llevadas a finales del año pasado y en las cuales muchos venezolanos centraron sus esperanzas, como «una simple estrategia política (…) para fines particulares, incluso subalternos» y no para dirimir asuntos como la severa crisis económica, la inflación galopante que cerró 2015 en 180,9 %, la inseguridad ciudadana y la escasez de alimentos y medicinas.
Estos fueron los puntos más relevantes de su discurso:
1) El 2016 «ha terminado muy mal, con gran desesperanza» para Venezuela, y aseguró que los ciudadanos atraviesan la etapa más «dura, incierta e injusta» de los últimos 50 años.
2) Nunca ante el Gobierno había hecho sufrir al pueblo, por acción o por omisión, «como el que ahora nos administra».
3)“Al resumen de equivocadas políticas” del Gobierno nacional, se suman el ataque a la empresa privada y a los medios de comunicación independientes, la ideologización de la educación y los intentos de anular a la Asamblea Nacional.
4) La mesa de diálogo «sesionó con altibajos» y su mecanismo no funcionó «por una maligna conjunción de factores: no había entre las partes voluntad sincera de dialogar».
5) El Gobierno encontró en el diálogo un instrumento para «ganar tiempo y frenar» el referendo revocatorio presidencial, una iniciativa que el poder electoral suspendió pocos días antes de que la MUD intentara cumplir el último requisito.
6) «Más temprano que tarde los líderes políticos, para sacar a este país de la crisis que lo está destruyendo, invocando la democracia, tendrán que recurrir, en nombre de la democracia, al diálogo, la negociación y los acuerdos, únicos antídotos frente a la irracionalidad de la fuerza, la corrupción y la violencia».