Esposa de Acosta Arévalo denunció la «entrega controlada» del cuerpo en morgue de Bello Monte
Waleswka Pérez , esposa del capitán de Corbeta, Rafael Acosta Arévalo, quien resultó muerto en extrañas circunstancias mientras estaba bajo custodia de la Dirección de Contrainteligencia Militar (Dgcim), denunció que la morgue de Bello Monte entregará el cuerpo de su esposo de «manera controlada».
A través de un video publicado en su cuenta oficial de Twitter, Pérez advirtió que ni ella ni la familia han contratado ningún servicio funerario, por lo que reiteró su denuncia sobre la «entrega controlada» del cuerpo del militar.
“Denuncio el procedimiento ilegal que está haciendo la morgue de Bello Monte, donde va hacer entrega controlada de mi esposo como lo hicieron con Óscar Pérez, yo no he solicitado el servicio fúnebre de esa empresa”, expuso.
DENUNCIO la entrega controlada del cuerpo de mi esposo el C.C RAFAEL ACOSTA. #nomastorturavzla #ayuda #venezuela #acostaarevalo @TAMARA_SUJU @GiselaMatamoros @fdelrinconCNNE @medinaroaalonso #DDHH #JUSTICIA pic.twitter.com/zPyojlTlJ3
— Waleswka Perez de Acosta (@waleswka77) July 10, 2019
Vale resaltar que la muerte de Acosta Arévalo fue reportada el sábado 29 de junio del corriente año en horas de la madrugada, luego de resultar muerto mientras estaba bajo custodia de la Digcim y por ello la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) urgió, el miercoles 3 de julio del corriente año, al Estado de Venezuela a investigar los «probables actos de tortura» a los que fue sometido el militar antes de morir.
La condena
En un comunicado, la CIDH expresó «alarma» y «preocupación» por el fallecimiento de Acosta Arévalo «por probables actos de tortura» e instó «a las autoridades a investigar los hechos, juzgar y sancionar a los responsables».
«La CIDH condena la tortura y espera el compromiso de todos los Estados para combatirla”, manifestó la presidenta del organismo, Esmeralda Arosemena de Troitiño.
El Gobierno de Maduro «confirmó» el sábado 29 de junio la muerte de Acosta Arévalo, quien se encontraba bajo custodia policial y que fue señalado por funcionarios del Estado, como lo son el ministro de Comunicación e Información, Jorge Rodríguez, y el fiscal general designado por la Asamblea Nacional Constituyente, Tarek William Saab, de participar supuestamente en una «conspiración» para derrocar al gobernante Maduro.
De hecho, dos militares de la Guardia Nacional Bolivariana fueron «detenidos» por su supuesta responsabilidad en esa muerte.
Torturado hasta morir
Según la defensa del militar y portavoces de la oposición, Acosta Arévalo fue torturado hasta la muerte y la última vez que se le vio con vida, cuando se presentó ante un tribunal militar, no podía mantenerse en pie o hablar.
Al respecto, con base en la información que ha recibido, la CIDH apunta que el militar «estaba en silla de ruedas, tenía las uñas ensangrentadas, no podía hablar y solo asentía cuando le preguntaban si había sido torturado en la Dgcim».
El pasado 22 de mayo, la Comisión ya expresó preocupación por el «recrudecimiento» de las condiciones de detención en la Dgcim y dijo que había recibido información «alarmante» sobre supuestas torturas, así como tratos inhumanos, crueles y degradantes.
En su nota, la CIDH reiteró que el Estado venezolano tiene el deber de investigar «de oficio y con la debida diligencia» todas aquellas muertes de personas que se encuentran bajo su custodia.