En estado de coma Instituto de Medicina Tropical de la UCV
Desde su creación en 1947, el Instituto de Medicina Tropical (IMT) Dr. Felíx Pifano, de la Universidad Central de Venezuela (UCV), ha sido referente en Latinoamérica por las importantes investigaciones en el área de inmunología, con la capacidad de identificar los agentes causantes de enfermedades infecciosas y virus, así como de determinar cuál es el tratamiento que necesitan los pacientes para combatirlas.
En conversación con Analítica.com, el doctor y jefe del laboratorio de Epidemiología Molecular, Hernán Carrasco, detalló que el IMT es pionero en lo que es el desarrollo de métodos de diagnóstico para todas las enfermedades que aquejan a la población venezolana, enfermedades endémicas, como malaria, leishmaniasis, mal de chagas y otras infecciones causadas por el gusano helminto.
Además de brindar atención médica y entregar, en algunos casos, medicamentos a pacientes, en este centro se lleva a cabo la formación de estudiantes de Medicina y otras escuelas de la UCV que reciben clases de pregrado y postgrado en sus instalaciones.
Sobrevive con donativos
El IMT «busca un tratamiento más efectivo, métodos de diagnóstico que son más precisos, estudiar la dinámica de transmisión, cómo prevenir la enfermedad y todo lo que tiene que ver con los factores epidemiológicos que ponen en riesgo a la población y eso no solo como una institución pública, tenemos el deber y la obligación de ofrecer los reportes a las autoridades competentes de modo de que tomen cartas en el asunto y se les hacen las recomendaciones correspondientes en cuanto a como intervenir, como prevenir», explicó Carrasco.
La crisis económica que se ha profundizado en los últimos diez años causó graves estragos en la labor del instituto. Actualmente sus recursos son insuficientes para cubrir los costos de todos los insumos. Es por ello que, a pesar de que se realizan pruebas que en clínicas y laboratorios privados no existen o no se pueden pagar, son los donativos los que permiten que se mantenga activo su servicio.
«Cuando las personas no pueden pagar el monto de los exámenes, se le exonera. Tú no le puedes negar la atención a nadie, la vida de una persona no tiene precio», manifestó el jefe de laboratorio.
Trabajo en riesgo
Las constantes fallas en el servicio eléctrico pueden ser la crónica de una muerte anunciada para este importante centro de servicio público pues los reactivos, enzimas, anticuerpos y todos lo factores para el desarrollo de coloración de las pruebas inmunológicas deben estar preservadas en ultracongeladores que las mantienen a bajas temperaturas que oscilan entre los -70 y -80 grados centígrados.
Gracias al funcionamiento de la planta eléctrica todo el material se pudo preservar durante los apagones pero si consiguen el dinero suficiente para su mantenimiento, no garantizan que estos sobrevivan a nuevos cortes de energía.
A esto se suma que el instituto no cuenta con los recursos para adquirirlos, ya que se mantiene operativo gracias a donaciones que hacen algunas ONG´s en el exterior. «Todos estos reactivos son importados, aquí no se produce nada, y al ser importados, los costos son exagerados y no tenemos la posibilidad de adquirirlos en el mercado directamente si no se paga en divisas».
Otro problema que le aqueja al IMT es la falta de personal, antes contaban con más de 120 investigadores actualmente cuentan con 50, lo que causa preocupación pues corre el riesgo de no tener capacidad para atender al público que tanto lo necesita.
Actualmente el IMT no maneja cifras oficiales en cuanto a lo que se refiere a datos epidemiológicos en el país, esa es una información que maneja de manera confidencial el Ministerio de Salud. Los únicos datos que tienen son los que obtuvieron en su última salida de campo a zonas vulnerables en el 2016.
Desde esa fecha no han podido volver a realizar estos trabajos de investigación de campo en los que también se ofrecía atención médica e insumos para prevenir y tratar enfermedades.»No pudimos seguir haciéndolo porque no tenemos capacidad para pagar los costos de alojamiento del equipo de profesionales. Y además no podemos ir y hacer que las personas sean objeto de investigación y no brindarles una solución», declaró el también profesor.
Los especialistas no descartan la posibilidad de volver a retomar estas actividades investigativas en un futuro pues su misión es salvar vidas.
El tiempo aquí es oro y saber cuál es el diagnóstico es muy importante, exclamó el doctor Carrasco.