En el primer semestre del año murieron 225 personas debido a fallas eléctricas en hospitales, según informe
La organización Médicos por la Salud presentó su boletín semestral en el que reportan que durante el primer semestre del 2022, fallecieron 225 personas en hospitales de Venezuela debido a fallas en los equipos médicos y ascensores de los centros sanitarios, causadas por cortes eléctricos.
«Desde el paciente que depende de asistencia respiratoria, el paciente que necesita ser trasladado de manera urgente a otro piso del hospital y los ascensores no funcionan, la falla del servicio eléctrico inevitablemente se traduce en pérdida de calidad del servicio y en algunos casos, incluso, la muerte de los pacientes», detalló el estudio.
Gustavo Villasmil, médico internista y vocero de la organización, explicó que la información se obtuvo de la evaluación de 40 hospitales en el país, donde se vive un «drama estructural» que forma parte de la «anatomía de la sanidad pública venezolana».
El informe detalla que el 50,70% de los hospitales analizados reportaron fallas de luz, una ligera disminución respecto a 2021, cuando el 53% de los centros sufrieron apagones.
Actualmente el 13% no cuentan con planta eléctrica. La ONG alerta sobre el «empeoramiento» de la operatividad de las plantas eléctricas en comparación con 2021, cuyo porcentaje de equipos inoperativos fue de 9,1%.
Villasmil también explicó que la escasez de insumos en las emergencias es del 47% y en cirugías del 72%.
«Quiere decir que por más cuñetes (barril) de pintura que yo vierta en las paredes de los quirófanos, por más arregladito que lo tenga, si no tengo los insumos, materiales y gasas medicinales, no puedo dar quirófano, no puedo dar paso a una cirugía para ejecutarla de manera segura», declaró.
Monagas, Amazonas y Barinas son los estados con mayor reporte de desabastecimiento de insumos en emergencia con 74%, 73 % y 68 %, respectivamente.
Por último, la organización indicó que el tiempo de espera de los pacientes para ser atendidos es de 4 horas de retraso para enfermos de neumonía, y unas tres horas para pacientes con un infarto.
