Efecto mariposa brasilero envuelve a Venezuela
A juicio de Carlos Armando Figueredo, profesor de la Universidad Central de Venezuela (UCV) y experto en derecho penal internacional, la delicada situación que está viviendo la actual presidente de Brasil, Dilma Rousseff y la crisis económica de su país, puede causar un efecto directo en economía y política a sus más cercanos aliados como son Argentina y Venezuela. Lo califica como un “efecto mariposa”.
Todo empezó con la operación Lava Jato en Brasil, explica el especialista. Los investigadores de Lava Jato investigan hasta ahora los fraudes de la empresa pública de petróleo y gas (Petrobras), donde la actual presidente y el anterior, Lula da Silva, se encuentran seriamente involucrados.
“Lo que pasa en Brasil va a repercutir en Argentina, pues es uno de los principales socios comerciales; y en el caso de Venezuela es terrible por todo los contratos que se firmaron con empresas brasileras como la Odebreht, cuando el presidente era Lula”.
La situación de la presidente brasilera actualmente es muy complicada, aseguró, porque a ello se une “la caída del real brasilero, además políticamente también tiene muchas dificultades pues no tiene apoyo en el Congreso”.
Explicó que la coyuntura es muy difícil, pues si procede «una salida temporal de Rousseff para realizar investigaciones de un tribunal judicial, tomaría el cargo su vicepresidente, Michel Temer, quien no es muy apreciado en la actualidad, sino que también es acusado de otros actos”.
A Venezuela le toca
Considera Figueredo que las empresas brasileras pueden salir salpicadas en este tambaleo económico y político junto con el gobierno venezolano. Es válido recordar que en el 2013 las exportaciones brasileras a Venezuela se dispararon un 533%.
Solamente con la empresa Odebrecht existen varios proyectos, entre ellos la ampliación del Metro de Caracas y el de los Teques, igualmente el tercer puente sobre el río Orinoco,
Se estima que las inversiones con los brasileros rondaban en 20 mil millones de dólares. Venezuela le importa a Brasil un 70% de sus alimentos, y se llegó a colocar como el tercer consumidor de carne de ese país. En el 2014 el intercambio comercial Brasil-Venezuela fue de 3 mil 450 millones de dólares.
Sin embargo, la luna de miel entre ambos países se vino abajo, pues los atrapó sus crisis económicas a tal punto que la Cámara de Comercio Venezuela-Brasil reveló que había un atraso en el pago por parte de nuestro país de 5 mil millones de dólares.
Y lo que no fue muy agradable para Dilma fue que en los dos primeros meses del 2015 comenzó la caída de las exportaciones brasileñas, cifra que se ubicó en 47%. Por su parte, el superávit de ese intercambio se redujo en un 53%.
Lea también: “Lava Jato”, Lula y Dilma
Lea también:La corrupción petrolera acorrala a Dilma Rousseff
